Educación

Un estudio financiado por Justicia apela al diálogo interreligioso en la Comunidad

Su responsable anima a la Junta a «tender puentes» para lograr mayor convivencia

Jesús Valero (i) presenta el libro
Jesús Valero (i) presenta el librolarazon

Diálogo interreligioso. Es lo que plantea el libro «Hablando de lo religioso. Minorías religiosas en Castilla y León», dirigido por el profesor Jesús A. Valero, de la Universidad de Valladolid, quien radiografía junto a otros cinco docentes la realidad de las 'diferentes fes' en Castilla y León. Se trata de un estudio financiado por la Fundación Pluralismo y Convivencia, dependiente del Ministerio de Justicia, que muestra, por ejemplo, cómo la implantación o visibilidad de esas minorías religiosas no es consecuencia siempre de la inmigración. De hecho, explica Valero, «ya en 1830 teníamos aquí a los anglicanos, y entonces no se daba ese fenómeno. Los evangélicos también llegan en el siglo XIX y los adventistas se establecen aquí en 1902».

No obstante, en el caso de la presencia musulmana, asegura, «sí se debe a la inmigración».

Son más de 250 páginas en las que se aproxima al lector a los principios teológicos de cada religión -excepto en el caso de los budistas y evangélicos por la variedad y complejidad de presentan-, identidad y se da fe de lugares de culto existentes, 380 contabilizados, según explica Valero. Son 60 más que cuando se cerró la edición del texto, en junio de 2012. Con estas mimbres, Valero reconoce que «el pluralismo religioso, esa convivencia, pese a lo dicho, es incipiente y queda mucho por hacer». Por ello, reconoce que «el debate interreligioso sería interesante, porque éste es un fenómeno irreversible». Si bien, expone que en muchos casos ya existe, y cita la buena relación existente entre católicos y ortodoxos en Valladolid, disponiendo estos últimos de una pequeña iglesia que les ha cedido el Arzobispado. «Donde hay elementos más distantes puede ser con la comunidad cristiana, pero es normal, por las diferencias en los planteamientos teológicos».

Valero cree que la Junta de Castilla y León, «debería tender puentes», a partir de la creación de pequeñas comisiones, grupos de diálogo, con el objetivo de «dar un salto que permita a las comunidades interactuar, de cara a lograr una mejor y mayor convivencia y evitar tópicos y desconocimiento». En este marco, detalla que en la actualidad ciertos credos con presencia en la Comunidad reciben ayudas a partir de la constitución, por parte de sus seguidores, de asociaciones culturales, y sentencia que a partir de la cooperación, «el problema del desconocimiento no se daría y no estarían alejadas del resto». Preguntado sobre una crisis moral, señala que «estamos en un proceso de secularización, pero no desde hace poco, sino desde el siglo XVIII. No se trata de una pérdida de la fe, sino que emergen otras creencias que no estaban visibles. Quizás las personas creyentes sean menos, pero sigue habiendo muchas personas metidas de lleno en la búsqueda de la espiritualidad».

La gran minorías, evangélicos

El texto, explica Valero, detalla que «el grueso de las minorías son los evangélicos» con un 66 por ciento de los lugares de culto registrados, si bien remarca que existen puntos privados que no permanecen abiertos a la oración y no se han incorporado al libro. De igual manera, el texto recorre el mapa de confesiones, en la que se encuadran los Testigos de Jehová, los gnósticos, adventistas, budistas o los baha'í, entre otras.

Valero es profesor titular de Sociología en la Universidad de Valladolid y director del grupo de investigación GICM, en el Campus de la Yutera de Palencia, y gracias a este proyecto ha impulsado el «Diario de Sociología y Teoría de la Religión».

Cada credo, una organización muy diferente

Sorprende que en Castilla y León no haya un solo lugar de culto para judíos. «Los que profesan el judaísmo han de acudir a realizar sus prácticas religiosas a Madrid o País Vasco», explica Jesús Valero, quien también considera cuanto menos curioso que no haya ninguna comunidad hindú reconocida, cuando en Valladolid está la Casa de la India. Cada creencia busca la mejor forma de profesar su fe. Así, algunas financian su pastor o imán, si bien todas se pliegan a una estructura que suele tener presencia central en Madrid.