Salud

«A veces, la ansiedad es el tema más prioritario antes de una dieta»

La Razón
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La nutricionista Montse Folch nos da las claves de una buena alimentación

¿Considera que, en general, seguimos una buena dieta? ¿Nos alimentamos bien?

–Hay de todo pero creo que, en general, nos alimentamos mejor de lo que nos imaginamos porque tenemos todo tipo de alimentos a los que tenemos acceso normalmente. Quizás las prisas, el estrés, la falta de tiempo para cocinar hacen que no lo hagamos lo suficientemente equilibrado, a veces. Si tenemos que buscar alguna pega quizá sería que tomamos exceso de grasas y azúcares, probablemente para compensar esa ansiedad que nos producen las situaciones personales, laborales... Y las grasas y los azúcares son lo que más nos sacia.

–Así, ¿la ansiedad nos incita a ingerir grasas y azúcares?

–La ansiedad a veces es el tema más importante y prioritario a tratar antes de empezar una dieta. En estos casos, la dieta es lo de menos y primero hay que controlar la ansiedad, porque lo que la calma más es el consumo de grasas o de azúcar, o las dos cosas juntas. Éstos nos causan una sensación rápida de saciedad y «felicidad», así que nos provocan como un poco de adicción.

–Siempre se habla de los beneficios de la dieta mediterránea pero ¿cuáles son esos beneficios?

–La dieta mediterránea, a la que hay que ponerle sentido común y moderación en las cantidades, tiene todas las proteínas animales -carne, pescado, huevo- pero además la cuenca mediterránea es muy rica también en cereales, legumbres, arroz pasta. Tenemos de todo, fruta, aceite de oliva, vino tinto... Es decir, tenemos muchos elementos, muchos de ellos con muchas características antioxidantes y lo que hacen es evitar que se nos oxiden nuestras células. Pero como todo, insisto, hay que tomarlo en cantidades moderadas, porque si consumimos en exceso en relación con la actividad física que realizamos, podemos tener sobrepeso igualmente.

–¿Y nosotros sacamos suficiente provecho a esta dieta?

–Yo creo que sí, se está haciendo mucha promoción, incluso de zumos, batidos que se han puesto muy de moda y en los que hay mucha fruta, verdura, cereales... Hay bastante información, aunque también es verdad que a veces hay tanta información que nos perdemos un poco. Los zumos de fruta son muy saludables pero, como todo, si comemos en exceso cantidades de fruta, ese exceso de azúcar puede provocar que se nos favorezca el sobrepeso. Tres piezas de fruta al día es lo recomendado.

–A día de hoy parece que la gente, sobre todo la juventud, está más concienciada sobre la importancia de una buena alimentación. ¿A qué se debe? ¿Es una moda?

–Cada vez existe más concienciación. Yo, por ejemplo, en la facultad de medicina, apenas estudié nutrición y tuve que hacerlo fuera de la universidad. Cada vez estudian más nutrición, incluso en las escuelas, y hay una información nutricional bastante interesante. Ya se va concienciando a los niños, aunque también es verdad que depende del nivel socioeconómico de la persona. A nivel socioeconómico más alto, hay más concienciación y facilidad de acceso a la información y más preocupación también por la salud y el físico. En niveles socioculturales más bajos, la obesidad infantil es más frecuente .

–Con la llegada del verano y el calor, ¿tenemos que adaptar nuestra dieta?

–Con la llegada del verano tenemos más pérdidas de minerales porque sudamos más, estamos más cansados porque el calor a veces nos baja la presión. El sentido común, la intuición, nos dice que tenemos que tomar más agua y de hecho nos apetece también tomar más, ya sea en bebida o bien en helado o alimentos que tienen más cantidad de agua, como las frutas y las verduras, Todo lo que sea más fresco, lo que nos aporte más hidratación, tenemos que incorporarlo a la alimentación. Los alimentos probablemente nos apetecen más ligeros y cocinar con menos grasas.

–¿Pero nuestro cuerpo qué necesita en verano?

–La hidratación, fundamentalmente. También potenciar los alimentos que son beneficiosos para la piel por estar más expuestos al sol como son los que llevan más betacaroteno, como la papaya, el mango, los tomates... y todo lo que aporte vitaminas buenas para la salud como la E, la D.

–¿Con buena hidratación se puede mitigar la sensación de cansancio producida por el calor?

–El sudar puede ser que contribuya a bajar la tensión y si nos hidratamos bien o tomamos productos con cafeína que nos ayuden a subir este ánimo, nos irá un poco mejor. Podemos encontrarnos realmente chafados. Con agua y, sobre todo, con ésta y un complemento de productos que aporten más minerales podemos compensarlo, como el agua con limón.

–¿Qué alimentos favorecen la protección de la piel?

–Aquellos que, como decía antes, llevan betacarotenos y también vitamina C, que aporten potasio porque si hemos sudado más y lo hemos perdido nos permite recuperarlo. También sería interesante no dejar de tomar alimentos que aporten grasas saludables, como nuestro aceite de oliva o pescados azules... que hacen como una capa de protección sobre la piel frente a los efectos nocivos del sol.

–A medida que se acerca el verano son muchas las personas que quieren hacer dieta. ¿suele ser precipitado?

–Sí, es cierto. No es lo ideal porque los kilos que se pierden más rápido es más fácil ganarlos pero, llegado el caso, hemos de intentar perder peso de la mejor manera posible. Antes, a partir de Semana Santa, se notaba un aumento de las personas que se querían poner a dieta y ahora, lo cierto es que es muy estable durante todo el año.

–Y ¿podemos tomar helados?

–Sí. Te tomas uno por la tarde y por la noche intentas comer sólo una ensalada o vegetales porque el helado ya te aporta la proteína animal. Se trata de compensar.