Barcelona

Barcelona atiende a casi medio millar de personas llegadas en patera en doce días

El Ayuntamiento pide al Gobierno que destine más recursos para asistir a todos los inmigrantes

Imagen de la llegada de los 630 rescatados del «Aquarius» al Puerto de Valencia
Imagen de la llegada de los 630 rescatados del «Aquarius» al Puerto de Valencialarazon

La llegada de inmigrantes va camino de tomar cifras irremediablemente extraordinarias en el conjunto de España este año, una circunstancia que, como es natural, también está repercutiendo ya sobre la segunda ciudad del Estado, Barcelona.

La llegada de inmigrantes va camino de tomar cifras irremediablemente extraordinarias en el conjunto de España este año, una circunstancia que, como es natural, también está repercutiendo ya sobre la segunda ciudad del Estado, Barcelona. La capital catalana ha atendido en los últimos doce días casi medio millar (465) de personas llegadas a las costas andaluzas en patera y, según anunció ayer el teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía, Jaume Ausens, 2018 pulverizará las peticiones de asilo que hubo en 2017.

En una rueda de prensa conjunta entre el Ayuntamiento y Cruz Roja para dar cuenta de los últimos datos, el coordinador de la entidad humanitaria en Cataluña, Enric Morist, desgranó que entre las 465 personas atendidas, había 404 hombres, 22 mujeres y 39 menores. Del total, solo 267 se han quedado en centros que Barcelona ha puesto a disposición para su manutención, los demás han preferido seguir su ruta migratoria –hacia otros países– tras haber recibido un examen sanitario. Al respecto del reconocimiento médico, Morist quiso lanzar un mensaje de tranquilidad al garantizar que todas aquellas personas que llegan con algún tipo de afección, son tratadas hasta su completa reposición. Para el alojamiento, el Ayuntamiento ha cedido a la Cruz Roja dos equipamientos: el Centro de Acogida Nocturno de Emergencias, con capacidad para 72 personas, y el Centro de Urgencias y Emergencias Sociales, con aforo para 100 personas. Además, el propio consistorio ha abierto dos pensiones para acoger personas con 200 plazas.

Más allá de las cifras, que Morist vaticinó que seguirán creciendo diariamiente –en el Estado, en el año 2000 se registró el pico más alto de entrada de inmigrantes y alcanzó las 25.000 personas, mientras que solo el primer semestre de 2018 ha acumulado 20.000–, la preocupación que ahora cunde es la del perfil de inmigrantes. «Se han unido dos dramas», aseguró: los subsaharianos que huyen de la miseria y los que huyen de conflictos armados en países lejanos (Senegal o Malí), lo que les habría obligado a sufrir una cruda travesía que podría haberse prolongado durante años.

Finalmente, Asens precisó que este año ya se han pedido hasta 3.500 solicitudes de asilo, cuando en 2017 fueron 4.405, lo que hace pensar que se registrarán cifras mucho más altas. Asimismo, para estas políticas de atención, pidió apoyo financiero al Gobierno –concretó que Barcelona destina ya 6 millones de euros–: pidió que distribuya los 330 millones de fondos europeos que recibe, así como otros 200 que hay para fondos de acogida.