Elecciones catalanas
Cataluña contiene el aliento
Los catalanes deciden hoy entre la continuidad del proyecto soberanista o el cambio constitucionalista
Los catalanes deciden hoy entre la continuidad del proyecto soberanista o el cambio constitucionalista
Ninguno de los tópicos que suelen usarse para describir un proceso electoral sirve para el día de hoy. España entera girará esta noche la vista a Cataluña para comprobar el resultado de las elecciones más decisivas de los últimos 40 años. El resultado determinará el alcance de la crisis institucional que ha sacudido los cimientos de la España constitucional durante los dos últimos años y, en particular, durante los últimos tres meses. Hoy, Cataluña contendrá el aliento durante muchas horas antes de comprobar si el proyecto soberanista sigue un nuevo camino o, si bien, los constitucionalistas logran una inédita victoria.
La incertidumbre no puede ser mayor. Hay mucho, muchísimo en juego y las encuestas publicadas sólo han hecho que contribuir a generar una expectación máxima. El contexto, por tanto, es inmejorable para lograr una participación récord, superior a la del 75% que se registró en 2015. El comportamiento de los nuevos votantes puede ser crucial para inclinar el fiel de la balanza. Se prevé un resultado ajustado entre los bloques soberanista y constitucionalista, pero es difícil pronosticar una victoria. Tan reñida es la contienda electoral que incluso podría no haber ganadores, ya que el nuevo Parlament podría ser ingobernable.
Acabó ayer el día de reflexión con la misma duda de toda la campaña: ¿Qué van a hacer los indecisos? ¿Qué va a hacer ese 25%-33% que, según han detectado los sondeos, no ha decidido su voto? La pregunta es esencial para clarificar qué ocurrirá en estas elecciones.
Hoy, el resultado está por encima de casi todos los candidatos. De todos salvo de Carles Puigdemont, que ha protagonizado una campaña muy personalista centrada en su figura: «Nuestro president». El líder independentista lo ha jugado todo a esta baza y un fracaso electoral pondría fin, irremediablemente, a su carrera política. Una victoria, en cambio, podría poner fin a su extravagante exilio y precipitar su regreso a España, donde debería rendir cuentas ante la justicia.
El resto de candidatos no tienen tanto que perder. Es difícil imaginar la dimisión de nadie esta noche, ya que el resultado entre bloques enmascarará las actuaciones personales.
Para garantizar que no haya incidentes durante la jornada, más de 17.000 policías se desplegarán hoy por toda Cataluña. Los Mossos d’Esquadra aumentarán hasta los 12.321 efectivos su dispositivo –frente a los 8.100 de 2015–, y cada patrulla tendrá una presencia permanente en los colegios para que los 5.554.394 catalanes con derecho a voto puedan expresarse con normalidad.
Uno de los aspectos que centrará una mayor atención será el recuento debido al anuncio de ERC y de ANC de querer hacer un escrutinio en paralelo al oficial. El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, advirtió de que estos recuentos paralelos no serán válidos, ya que el único con garantías será el oficial, que por primera vez ofrecerá también los datos sobre las actas de cada una de las 8.247 mesas electorales. De esta manera desacreditó los temores de «pucherazo».
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