Elecciones municipales
CiU reta a Colau a dar libertad de voto para adherir a Barcelona a la AMI
La alcaldesa aboga por abstenerse y Trias dice que hay ediles soberanistas en BComú
A falta de tres semanas para las elecciones del 27 de septiembre, las cartas ya están sobre la mesa. Y Barcelona juega un papel crucial en las quinielas de los independentistas. Les duele especialmente que la Ciudad Condal les dé la espalada y no escatimarán medios para conseguir que la ciudad capitule. Hasta ahora, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha podido sortear los envites pero el tiempo apremia. Para ello, CiU y ERC han forzado un pleno extraordinario el próximo lunes para debatir la adhesión de Barcelona a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). Conscientes de que sus votos no son suficientes, el líder de los convergentes en el Ayuntamiento, Xavier Trias, introdujo ayer un nuevo elemento. Colau, al fin y al cabo, ya ha explicado que Barcelona en Comú (BComú) se abstendrá. Así que el nuevo giro de los soberanistas consiste en forzar la votación nominal, de tal manera que cada uno de los ediles del Ayuntamiento se pronuncie a título personal.
Hasta hace apenas una semana, la estrategia de la alcaldesa de Barcelona para lidiar con el independentismo ha sido tan sencilla como ponerse de perfil. Colau ha tirado de una ambigüedad muy bien calculada para separar a la persona de la alcaldesa. Es decir, a título personal no esconde sus preferencias soberanistas, votó “sí-sí” en la consulta del 9N, pero como funcionaria prefiere acogerse a la institucionalidad del cargo como alcaldesa de todos los barceloneses. Al fin y al cabo, buena parte de su reciente éxito electoral se debe al voto de barrios en los que el independentismo no ha calado con tanta fuerza. Pero Colau gobierno en minoría y lo hace con el beneplácito de PSC y ERC, lo que la obliga a mantener un delicado juego de equilibrios. Este juego le ha servido para capear los dos primeros meses de legislatura pero las elecciones del 27 de septiembre se acercan. Colau retrasó tanto como pudo pronunciarse sobre su participación en la Diada y al final optó por quedarse en su casa. Pero los soberanistas tenían un plan b que consistía en forzar un pleno sobre la adhesión de Barcelona a la AMI.
Trias anunció ayer que su grupo pedirá que el debate se resuelva por votación nominal, porque «es muy importante que todos se puedan expresar» en el pleno extraordinario. A su juicio, y ahí está la jugada, diversos concejales del Gobierno de BComú son independentistas, y pidió que «cada uno actúe en consecuencia de sus planteamientos y su historia». Considera que la votación es muy importante, por lo que los concejales deben ser responsables y no «valen los lazos de partido». Trias puso como ejemplo a su propio partido, en el que, contra todo pronóstico Convergència y Unió siguen juntos, por lo que la única edil democristiana, Sònia Recasens, se abstendrá.
Así, las quinielas señalan que a favor de la adhesión votarán los concejales de CiU –excepto Recasens–, de ERC y de la CUP, que suman 17; BComú plantea una abstención de sus doce ediles; y los de C’s, PSC y PP votarán en contra, con doce. Se necesita una mayoría absoluta para aprobar la adhesión que se sitúa en 21 concejales.
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