Medio Ambiente
Collserola triplica con 1.500 jabalíes el número asumible por el parque
Colau prueba medidas para evitar que la comida atraiga a los animales a zonas urbanas
Colau prueba medidas para evitar que la comida atraiga a los animales a zonas urbanas
- El día en que Ariadna Calvo se encontró cara a cara con un jabalí mientras paseaba a su perro por un sendero estrecho de Vallvidrera, recordó las palabras de su abuelo: «cuando veas a un jabalí corre y si ves a una madre con sus crías, corre más, que no te engañe, es un animal salvaje». Antes de dar la primera zancada, durante medio segundo, ella y el animal se miraron a los ojos, tiempo suficiente para intuir que la iba a perseguir. La intuición no le falló, durante cuatro minutos Ariadna corrió una carrera de obstáculos montaña arriba y tirando de un perro con genes de cazador que ladraba entusiamado, hasta que logró dar esquinazo a la bestia. Por ahora, ningún estudio ha analizado quién se ha acostumbrado más a quién, si el jabalí al hombre o el hombre a la presencia del jabalí en zonas urbanas, lo que ha llevado a bajar la guardia a los dos. Pero lo que sí ha investigado un equipo de al Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) es el aumento de la población de jabalíes en Collserola. Se calcula que hay unos 1.500 ejemplares de jabalí euroasiático, que pese a llevar este apellido es una especie autóctona, en un espacio que tiene capacidad para unos 600.
El estudio señala que en los últimos 30 años, la población de jabalíes se ha disparado porque no tiene un depredador natural y la presión humana ha provocado cambios en su comportamiento. No sólo han encontrado nuevos espacios donde alimentarse, sino que pierden el miedo a hacer incursiones en zona urbanas y al contacto con el hombre. El principal autor de la investigación, Jorge R. López, alerta de que los jabalíes que buscan comida por los barrios que limitan con el parque de Collserola son cada vez más agresivos con las personas.
Visto que los comedores de las colonias de gatos, las basuras y las zonas verdes ricas en lombrices, bulbos y agua atraen a estos animales, el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto en marcha medidas para evitar que la oferta alimentaria atraiga a los jabalíes a zonas urbanas.
El comisionado de Ecología, Frederic Ximeno, explicó ayer que la presencia de estos animales salvajes en zonas urbanas puede causar destrozos , accidentes de tráfico, transmisión de enfermedades, así como agresiones, envestidas o demanda exigente y agresiva de comida. «Es clave no alimentar a los jabalíes para que no se conviertan en animales urbanos, porque no lo son», insistió Ximeno. Durante el primer año de vida, las crías aprenden a encontrar alimento junto a su clan. Si se les ofrece comida, su conducta se altera y los jabatos son capaces de pasar por zonas ricas en alimento natural e ignorarlas para volver a buscar en zonas urbanas. La nueva campaña de sensibilización ciudadana, en la que participan ocho informadores, parte de esta evidencia, «Si los jabalíes encuentran comida, nunca volverán a su hogar».
Además, de alterar el peso de los jabalíes, la abudancia de comida cambia los ciclos reproductivos. Las hembras confían en que hay alimento y tienen descendencia antes de lo habitual. En los barrios de Horta-Guinardó y Nou Barris han comprobado como desbrozando 60 hectáreas en las zonas límites con Collserola se han reducido el número de incursiones. El Ayuntamiento también ha trabajado con la gente que tiene como afición alimentar gatos. Para evitar el acceso de los jabalíes al pienso para gatos, se han instalado estructuras de hormigón con una ranura para gatos por la que no caben los jabatos. También ha bloqueado 35 papeleras y contenedores y está estudiando cambiar algunas zonas verdes para hacerlas menos atractivas. La UAB además, está ensayando una vacuna para esterilizar especies y reducir las colonias.
Capturas con eutanasia
Las medidas para evitar incursiones de jabalíes a zonas urbanas en busca de comida ha reducido el número de incidencias de 1.600 en 2016 a 700 en 2017. Una incidencia ya es encontrar un jabalí en una zona urbana. A los animales se les guía para que regresen a su hábitat natural, a través de las rieras, pero cuando están demasiado habituados se hacen capturas selectivas y se eutanasia a los animales. En 2016, se hicieron tes capturas con 42 animales y en 2018, tres con 34.
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