Educar a los padres, educar a los hijos

Claudia Bruna convierte las técnicas del «coaching» deportivo y empresarial en guías educativas

Claudia regresaba en coche a casa con una de sus hijas. Las vallas que rodeaban la finca de al lado habían sido renovadas y barnizadas para que lucieran más, lo que dejaba en mal lugar a las suyas. La niña miró unas y otras y preguntó a su madre, «mamá, ¿cuál es la valla más nueva?» Claudia se giró extrañada, pero no quiso forzar lo que para ella era evidente. «¿Cuál crees tú que es la más nueva, cariño?», preguntó, curiosa. «Hombre, las que han pintado ahora», contestó la niña sin dudarlo. En ese momento, Claudia ya no sabía qué pensar. «¿Por qué dices eso?», volvió a preguntar, ahora realmente curiosa, porque en su cabeza no había duda, las nuevas tenían que ser las barnizadas. «Porque primero han pintado las más viejas y estropeadas, mamá», contestó la niña, con toda la lógica del mundo de su lado.

Éste es un ejemplo de cómo la imposición de ciertos esquemas educativos puede limitar la imaginación de los niños, limitando su potencial y desvirtuando su propia individualidad. ¿Queremos niños iguales a nosotros e infelices o queremos niños que sean felices sean como sean? No es una pregunta trampa, es una preferencia emocional que todos los padres tienen que pensar a la hora de enfrentarse a su relación con sus hijos.

Esto es el «coaching» para padres, convertir a los progenitores en guías que dejen a los niños encontrar su propia voz y desarrollarse en consecuencia. El «coaching» deportivo crea campeones. El «coaching» empresarial crea líderes. El «coaching» para padres no crea superpapás, sino niños seguros, confiados, autosuficientes y llenos de recursos.

Estas técnicas hacen furor en el mundo anglosajón y ahora llegan con fuerza a España con el libro «Descubriendo a Matías» (Alba), de Claudia Bruna. «Al final, todo se reduce al sentido común, porque todos queremos que nuestros hijos sean felices, y escuchándoles, dándoles confianza y seguridad, y dejándoles un espacio propio de crecimiento es la forma más sencilla de conseguirlo», comenta Bruna, una exitosa ejecutiva de markenting en una multinacional que, con la maternidad, decidió volcar todo lo que había aprendido en el mundo laboral en sus hijos. ¿Qué consiguió? Volcar todo lo que aprendió después con sus hijos en una nueva profesión y ayudar a otros padres a disfrutar más de la experiencia de la paternidad. «La filosofía es que cada niño es único y hay que educarlo a partir de lo que es él y no de lo que tú quieres que sea. El coaching busca una relación más poderosa entre padre e hijo», asegura Bruna.

El libro da las claves de cómo enfocar la relación paterno filial y acompaña cada capítulo con una serie de ejercicios para entrar de lleno en esta dificilísima dinámica, porque, en pleno siglo XXI, no se puede educar al niño como si fuese sólo una proyección de los deseos de sus padres. «No somos terapeutas, ni buscamos padres perfectos. Queremos crear experiencias que ayuden a cambiar hábitos. A través de preguntas y acciones potentes, buscamos que los padres ayuden al niño a ser autónomo», comenta Bruna.