Arte, Cultura y Espectáculos
El arte del Estado llena Cataluña
Museos e instituciones se benefician de numerosos depósitos de obras
El Estado sigue siendo uno de los principales mecenas artísticos de los museos catalanes. Muchas instituciones, algunas tan insólitas como la Universidad de Barcelona, cuentan en la actualidad con diversos fondos artísticos pertenecientes a centros estatales, como el Museo del Prado o el Museo de Arte Thyssen-Bornesmisza. La dación por pago de impuestos también se ha convertido en los últimos años en una buena herramienta para que museos de Cataluña puedan enriquecer todavía más su importante patrimonio.
Más de 300 cuadros, propiedad del Estado, sin contar el excepcional caso del legado de Salvador Dalí, aparecen hoy en los catálogos de instituciones como el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) o el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba). Son piezas que abarcan periodos artísticos que van desde el gótico hasta la actualidad y que demuestran que la colaboración del Estado ha servido para incrementar y enriquecer numerosas colecciones públicas.
El Prado disperso
El Museo Nacional del Prado cuenta actualmente con 267 depósitos en 23 centros catalanes, obras que forman parte de la exposición de algunos espacios, no siempre museográficos. El Prado disperso puede verse, por ejemplo, en el rectorado de la Universidad de Barcelona de la mano de cuadros de gran formato de Luca Giordano, José Marcelo Contreras y Antonio Ricci. Estas pinturas corrieron peligro en 2009 cuando el rectorado fue ocupado por los alumnos durante las protestas contra el Plan Bolonia.
El Museo Víctor Balaguer, en Vilanova i la Geltrú, es uno de los que más se ha beneficiado de la colaboración con el Museo del Prado. La gran pinacoteca colabora con este centro desde que abrió sus puertas en 1884 gracias a la buena relación que mantenía el escritor y político liberal Víctor Balaguer con la Corte. En la actualidad, el museo de Vilanova expone una veintena de piezas procedentes del Prado, según un acuerdo que se renueva cada cinco años, y que permite que hoy se exhiban cuadros de maestros como El Greco, Goya, Murillo, Ribera, Rubens, Brueghel y Van Dyck, entre otros. Dentro de esta línea también se encuentra el apoyo de préstamos puntuales del Museo del Prado al Diocesano de Lleida, donde también se encuentran las piezas de arte sacro que en la actualidad sigue reclamando Aragón.
Otra colección importante presente en Cataluña es la Thyssen-Bornemisza. El MNAC es la institución que, fuera de Madrid, posee una de las partes más destacadas de la colección propiedad del Estado. Este depósito busca ofrecer una aproximación del arte realizado en Europa entre los siglos XIII y XVIII, pero también ilustra los vínculos artísticos entre Cataluña, Italia y países centroeuropeos. De esta manera el Mnac puede exponer en sus salas cuadros de Fra Angelico, Rubens, Canaletto, Lucas Cranach «el Viejo», Veronese o Tiépolo, entre muchos otros nombres de primer nivel internacional.
El Mnac también ha logrado gracias a la dación en pago de impuestos ampliar sus colecciones, según la asignación de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales. La pieza más emblemática es el óleo de 1937 «Mujer con sombrero y cuello de piel (Marie-Thérèse Walter)», el único cuadro pintado por Pablo Picasso en el Mnac. A él se le suman dos óleos de Hermen Anglada Camarasa («El palco» y «Le bal blanc»), «Collage-peinture» de Joan Miró (la primera pieza importante de este artista que ha entrado en el Mnac) o «Interior del Moulin de la Galette», de Ramon Casas. La contribución del Estado a las colecciones del Mnac, en la actualidad formada por 16 obras sin contar el fondo Thyssen, también se extiende al gótico con la obras como «El calvario», que adquirió por 330.000 euros y que forma parte de un retablo gótico pintado por la escuela de Girona en el siglo XV, que se desmembró y cuyas otras partes permanecen aún en el extranjero.
El Estado también ha participado en el Macba con la cesión de obras de arte, aunque por ahora solamente se ha limitado a un título, una composición de Antoni Tàpies. Sin embargo, desde el Ministerio de Cultura se ha visto con buenos ojos que este museo haya podido ampliar sus fondos con obras procedentes de pagos de impuestos desde que abrió sus puertas por primera vez.
La presencia de Patrimonio Nacional en Cataluña es pequeña y se limita al Palacete Albéniz, residencia de los Reyes en Barcelona. Este espacio en la montaña de Montjuïc se abre al público en algunas ocasiones, como pasó durante la última delebración de las fiestas de la Mercè. En su interior, además de un conjunto de tapices goyescos, el palacio cuenta en su entrada con una espectacular pintura mural realizada por Salvador Dalí, la única gran obra de estas características realizada por el autor surrealista en la ciudad de Barcelona..
Un legado muy repartido
Museo Nacional de Arte de Cataluña. Guarda 16 depósitos del Estado, entre ellos un Picasso, además de parte de la colección Thyssen-Bornemisza.
Museo Víctor Balaguer. Cuenta con una veintena de depósitos del Museo del Prado, con piezas de El Greco, Goya o Rubens. Otras instituciones, como el Diocesano de Lleida o la Universidad de Barcelona, se benefician del mismo acuerdo.
Palacete Albéniz. Gestionado por Patrimonio Nacional, tiene la única pintura mural de Dalí en Barcelona.
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