Política

Cataluña

El Govern relativiza la retirada de los lazos por parte de los Mossos d’Esquadra

El ejecutivo intenta minimizar las actuaciones de la policía catalana frente al soberanismo

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y la nueva consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, durante la reunión semanal del gobierno catalán que se celebra en el Palau de la Generalitat
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y la nueva consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, durante la reunión semanal del gobierno catalán que se celebra en el Palau de la Generalitatlarazon

El ejecutivo intenta minimizar las actuaciones de la policía catalana frente al soberanismo

Los lazos amarillos han vuelto a poner a los Mossos d’Esquadra en el punto de mira de la política catalana. El reiterado desacato de Quim Torra a las órdenes de la Junta Electoral Central (JEC) obligó al organismo estatal a recurrir a la policía autonómica para que comprobara o instara a retirar toda simbología partidista de los edificios públicos. Algunas de sus actuaciones suscitaron quejas en algunos centros, lo que puede acabar desembocando en un nuevo incendio, ya que el Govern anunció el sábado que investigaría las intervenciones policiales –una manera de congraciarse también con las bases después de que, ese mismo día, el president recibiera una reprimenda de los CDR en un acto público por ceder y quitar los lazos–. Ayer, sin embargo, se optó por relativizar las actuaciones del cuerpo policial para evitar abrir un nuevo frente.

La nueva portavoz del ejecutivo catalán, Meritxell Budó, subrayó que solo se han detectado problemas en siete centros de los 2.600 que hay en Cataluña, lo que a su juicio es «un porcentaje muy menor». Si bien, aseguró que se mantiene en pie la revisión de las actuaciones en esos siete colegios.

A pesar de toda la controversia que han arrastrado los lazos amarillos, generando incluso fisuras en el seno del Govern, Budó aseguró que no se ha hecho «autocrítica». «No se ha producido en la reunión del Govern. Sí que nos hemos conjurado en seguir defendiendo la libertad de expresión y los derechos fundamentales», añadió en la rueda de prensa posterior al Consell Executiu. En todo caso, también restó responsabilidad a los consellers, ya que sostuvo que los «trabajadores» de la Generalitat tienen libertad de actuación: «Nosotros no ponemos ni quitamos lazos». La portavoz, que sustituye en el cargo a Elsa Artadi,también precisó que los dirigentes gubernamentales no dieron ninguna instrucción a los Mossos d'Esquadra para que se quitara la simbología separatista.

La polémica de los lazos amarillos, sin embargo, está lejos de cerrarse. La portavoz y también consellera de Presidencia aseguró que esta semana presentarán una querella contra la JEC por prevaricación, tal y como anunció el viernes el president. El Govern lo fundamenta en que la administración electoral no pone objeción en que Vox esté como acusación en el juicio a los líderes del «procés». También ayer, el Tribunal Supremo desestimó el recurso que el Govern formuló para que se suspendiera de manera automática la resolución de la JEC de retirada de lazos.

Asimismo, en paralelo, la Fiscalía tiene previsto abrir un procedimiento penal contra Torra tras el doble desacato a la JEC. Todavía por determinar, lo más probable es que la querella se interponga en los próximos días por un presunto delito de desobediencia.

Finalmente, C's registró ayer una nueva denuncia ante la administración electoral debido a que el edificio de la delegación del Govern en el Reino Unido luce un lazo amarillo en la fachada del edificio. «Vamos a hacer aquello que el Gobierno de Pedro Sánchez no hace: exigir que se cumpla la ley y que haya unas elecciones democráticas y limpias», aseguró el portavoz del partido naranja en el parlamento catalán, Carlos Carrizosa.