Arte, Cultura y Espectáculos
El MACBA descubre hasta febrero «La pasión según Carol Rama»
En la institución barcelonesa, el público podrá conocer 200 trabajos de sus trabajos en los que destacan el uso de neumáticos de caucho, ojos de taxidermista, pestañas, pelo, piel y uñas naturales, jeringas, cánulas de lavativas o plomos y fusibles.
Aunque su trayectoria abarca ocho décadas, la inclasificable artista italiana Carol Rama es una gran desconocida debido a que durante mucho tiempo ha sido “ignorada” por la historia hegemónica del arte, algo que hasta febrero quiere contribuir a cambiar el MACBA con “La pasión según Carol Rama”.
Se trata de la exposición más amplia organizada hasta la fecha sobre la pintora, nacida en Turín en 1918, y siempre “olvidada” del discurso oficial de la historia del arte, con una obra calificada de “pornográfica y grotesca”, aunque las dos entusiastas comisarias, Beatriz Preciado y Teresa Grandas, no lo consideren así.
En la institución barcelonesa, el público podrá conocer unos 200 trabajos de esta mujer, que sigue viviendo en Turín a sus 96 años, aunque su estado de salud es muy precario, en los que destacan el uso de neumáticos de caucho, ojos de taxidermista, pestañas, pelo, piel y uñas naturales, jeringas, cánulas de lavativas o plomos y fusibles.
El director del MACBA, Bartomeu Marí, ha avisado de que Rama “desafía la mayoría de las convenciones estilísticas del siglo XX” con una obra “llena de pasión, vida, carne”, mientras que Beatriz Preciado ha ido más allá y, contundente, ha aseverado que su figura “altera la narrativa misma del siglo XX”. “No se puede mirar igual a Picasso o a Duchamp después de ella”, ha sentenciado.
Asimismo, se ha preguntado cómo estas obras han podido estar durante tanto tiempo “escondidas”, en manos de coleccionistas privados o en el lavabo y la cocina de la oscura casa de la propia artista, frente al río Po, como pudo constatar cuando la fue a visitar para la preparación de este proyecto.
Rama, nacida en el seno de una familia burguesa, empieza muy joven en el mundo del arte, aunque no tiene formación artística académica, algo que, según las comisarias, le perjudicó.
Teresa Grandas ha comentado que en sus inicios “necesitaba pintar como forma de terapia, fruto de una biografía convulsa y difícil, con una bancarrota económica familiar, el suicidio del padre, y la madre encerrada en un psiquiátrico”.
Estas circunstancias vitales, ha continuado, la condicionaron y “en la Italia fascista y católica sus primeros dibujos expuestos fueron una rebeldía, que provocaron el cierre de su primera exposición, tachada de pornográfica”.
Una de las salas del museo recupera ahora la mayoría de esos dibujos, bajo un fondo rojo, y en los que son habituales los desnudos, los penes, las lenguas erectas e incluso imágenes escatológicas.
Sin embargo, Preciado ha sostenido que calificar su obra de pornográfica “es un despropósito historiográfico” y ha pedido que se realice una lectura política, de cuerpos que resisten al momento que les toca vivir.
En la obra “Pornografía”, por ejemplo, la comisaria cree que queda claro que “lo que hace Rama es reirse de la historiografía de su tiempo, con una obra muy material, de tornillos”.
Después de sus primeras exposiciones, ya en la década de los cincuenta, se asoció al Movimiento de Arte Concreto (MAC) para “dar un cierto orden” y “limitar el exceso de libertad”, aunque poco a poco fue alejándose y giró hacia la abstracción, experimentando con nuevos materiales y técnicas.
De todo ello da cuenta la exposición, en la que tampoco se obvia que durante la década de los años 1960-1970 quedó fuera de la escena italiana, en un momento tomado por los artistas del “arte povera” (arte pobre), que la veían “demasiado sucia”, entre otros motivos porque siempre tuvo relación con diferentes fluidos.
Redescubierta en el año 1980 por la historiadora y crítica del arte Lea Vergine, su reconocimiento más destacado llegó con la concesión del León de Oro de la Bienal de Venecia por su carrera en 2003.
Para Beatriz Preciado, si bien “la narrativa del arte del siglo XX nunca la ha podido integrar, en 2014 necesitamos a Carol Rama para poder narrar nuestra historia del siglo XX de otro modo”.
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