El PP lanza su precampaña en Gerona con la idea de «ignorar» a Puigdemont

Ningún territorio es tan hostil para el PP como la provincia de Gerona, donde los populares se las ven y se las desean para conseguir, por ejemplo, un diputado durante las elecciones generales.

Ningún territorio es tan hostil para el PP como la provincia de Gerona, donde los populares se las ven y se las desean para conseguir, por ejemplo, un diputado durante las elecciones generales. Sin embargo, Xavier García Albiol se resiste a asumir como una fatalidad irremediable los malos resultados de su partido en estas tierras y ayer no dudó en desplazarse a la ciudad de Carles Puigdemont para lanzar la precampaña del PP a las elecciones del 21 de diciembre. Lo hizo desde el barrio de Vila-Roja, un verdadero bastión del españolismo donde sus vecinos no han dudado en sacar del armario sus banderas rojigualdas para demostrar que no todo es uniforme en el mayor feudo del independentismo.

El presidente del PP catalán aseguró que no piensa dedicarse a hablar de Puigdemont día y noche de aquí al 21-D porque el ex presidente de la Generalitat, dijo, es «el pasado». «Debemos ignorarlo porque es lo que merece una persona que ha hecho tanto daño a Cataluña», subrayó. García Albiol pidió en este punto que los vecinos de Gerona contribuyan a poner fin a los gobiernos independentistas porque sólo han traído fractura y empobrecimiento. «Es más importante que nunca cerrar y pasar página a la división, la separación y a la confrontación de los últimos años; esta es la oportunidad», afirmó.

La dignidad de cataluña

García Albiol celebró que el barrio de Vila-Roja haya decidido exhibir su españolidad después de unos años en que el independentismo ha dominado el espacio público. «Vila-Roja representa el sentimiento y el sentir de la inmensa mayoría de los catalanes», dijo el líder del PP catalán, que también rindió homenaje al «orgullo y dignidad» de este barrio porque «no es fácil» plantarle cara en Cataluña «al independentismo y a los que creen que Cataluña es solo de un color, del color de quienes quieren separarnos de España».

«Hemos vivido un Gobierno independentista que cree que aquellos que somos españoles somos transparentes, que no existimos», continuó García Albiol. E insistió en aprovechar la oportunidad de «enterrar definitivamente» al ex gobierno de Puigdemont y «sus perniciosos efectos, cuyos tentáculos han alcanzado de lleno la economía catalana y el empleo». «Hemos visto cómo el independentismo y la confrontación han desembocado no solo en una crisis social, política o institucional, sino que se ha trasladado al empleo», recordó en alusión a los recientes datos de paro en Cataluña, los cuales reflejan que la comunidad catalana dobla en el último mes las cifras de paro respecto a la media española.

La solución a este escenario, aseguró el presidente del PP catalán, «vendrá de la mano de un gobierno que debe contar con dos requisitos: que tenga experiencia de gobierno – y yo he sido alcalde de Badalona– y que tenga en cuenta que los problemas no se resuelven con palabras y buenos discursos». «Hacen falta gestos y que se gobierne pensando en todos y se tomen buenas decisiones, en la dirección de las medidas adoptadas el Gobierno de Mariano Rajoy, que ha cesado a Puigdemont y a todo su gobierno, cerrado todas las embajadas catalanas –que costaban 25 millones de euros–, y cerrando también todos los chiringuitos que servían de pesebre para seguir cultivando el independentismo», expuso el dirigente popular.

Después de celebrar las medidas contenidas en el artículo 155, García Albiol pidió el voto para las siglas del PP a fin de que «a todos los hombres y mujeres que nos sentimos catalanes y españoles no nos obliguen a renunciar a nuestros sentimientos, y que podamos hacerlo con libertad y normalidad».