El PSC echará a los críticos que no acaten la nueva línea antisoberanista

La dirección del PSC se ha hartado de las veleidades de su sector crítico y, a partir de ahora, aplicará una política de mano dura contra aquellos que se desmarquen del rumbo trazado por los máximos órganos del partido. Tras varios meses de vaivenes, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha optado por apearse del viaje soberanista, ya que no ve ninguna posibilidad de que la Generalitat pacte con el Gobierno una consulta legal sobre el futuro político de Cataluña.

Navarro quiere que todo el partido cierre filas con esta decisión y no aceptará que sus críticos rompan la disciplina del voto cuando ordene a su grupo parlamentario rechazar la solicitud de la transferencia de competencias para organizar referendos (la vía que CiU, ERC, ICV y CUP defenderán en el Congreso para posibilitar la consulta soberanista). «Si hay alguien que no asume las decisiones del partido, ya no se solventará con una multa», advirtieron ayer desde el entorno de Navarro.

Con el propósito de ratificar la nueva línea endurecida contra el proceso soberanista, el primer secretario del PSC ha convocado este domingo un consejo nacional extraordinario –el máximo órgano entre congresos dominado por la dirección–, donde se pondrá a votación la oposición a pedir la transferencia de competencias sobre referendos.

Una vez el consejo nacional acuerde, con toda seguridad, oponerse a la hoja de ruta trazada por CiU, ERC, ICV y CUP, Navarro lanzará un aviso: el PSC ha marcado un camino y no valen deserciones.

Antes de llegar a este punto, sin embargo, el primer secretario del PSC tratará de persuadir a los críticos para que la sangre no llegue al río. Lo intentará hoy en una reunión que, fundamentalmente, incluirá a los representantes más destacados del sector crítico Avancem (Joan Ignasi Elena, Fabian Mohedano y Jordi del Río, entre otros).

La dirección del partido da por hecho que la gran mayoría de los críticos asumirá las decisiones del consejo nacional, pero no descartan que se acabe produciendo alguna baja como la de Marina Geli (que es diputada en el Parlament).