Política
El PSC justifica que evidenciará la debilidad del Govern de Mas
La abstención en la consulta intenta contentar a las tres almas del partido
El PSOE ha reaccionado con virulencia contra la decisión del PSC de abstenerse en todo aquello que tenga que ver con la consulta soberanista en la nueva legislatura. La posición de los de Pere Navarro ha desatado la caja de los truenos. En Madrid, que se ha visto como la rendición ante el nacionalismo, y en Barcelona, que se interpreta como la rendición del socialismo catalán ante el jacobinismo del socialismo español.
La abstención en el proceso soberanista por parte del PSC ha enfadado a unos y a otros. Sin embargo, en el PSC las cosas se ven de una manera muy diferente. Fuentes cercanas al primer secretario son contundentes en sus explicaciones.
«Nuestra posición no es una traición a España, al contrario. Los votos del PSC no alimentarán el soberanismo, pero tampoco se hará frente común con los que optan claramente por el nacionalismo español» explican, para añadir que «queremos seguir alimentando el debate de la reforma constitucional sin prisas pero sin pausas, y cerrando el debate en el seno del PSC a las veleidades separatistas».
Navarro obtuvo un mal resultado electoral (pasó de 28 a 20 diputados) pero las expectativas eran mucho peores. En definitiva, el resultado le ha dado oxígeno porque en el seno del PSC no hay ninguna alternativa. Sin embargo, el líder de los socialistas es consciente de que su posición no es de fuerza y tiene que lidiar con, al menos, tres sensibilidades en el partido. Una, anti-independentista y que rechaza la consulta que tiene como horizonte 2014, según el pacto entre CiU y ERC. Otra, que acepta la consulta aunque es claramente contraria a la independencia; y una tercera que acepta la consulta y podría votar a favor de la secesión.
Su actitud de abstenerse durante esta legislatura evitará que el PSC se encuentre atrapado por el debate nacionalista, y le blinda ante los «intentos de Mas por conseguir que el PSC entre en el debate soberanista porque no quiere estar preso de los tiempos de ERC».
El primer secretario del PSC anunció la abstención de los socialistas en todo el proceso soberanista en la investidura de Mas «dando así la espalda a la piedra angular del nuevo gobierno catalán, liderado por un débil Mas y apoyado desde la oposición por Esquerra Republicana: la transición nacional y la consulta soberanista». Según las fuentes consultadas, la abstención tiene un efecto balsámico en el seno del partido porque tranquiliza el debate interno y evita que revienten las costuras de un PSC en horas bajas.
Dirigentes del núcleo duro manifiestan que «decir que no queremos saber nada de las veleidades separatistas es un blindaje ante los cantos de sirena del nacionalismo catalán –en los que el PSC ha caído en más de una ocasión– y un blindaje ante el neocentralismo de algunos dirigentes socialistas que sucumben a la ola de recentralización del Estado y poco creyentes del proceso federal y de la reforma de la Constitución».
Reforma de la Constitución
Con respecto a la situación con el PSOE, los dirigentes socialistas consultados destacan que existe «fluidez de relaciones» entre Rubalcaba y Navarro. Ambos dirigentes coinciden en que el modelo de Estado actual tiene sus días contados «y es necesario potenciar un debate constructivo hacía la reforma de la Constitución alejado del escenario que pretende establecer el nacionalismo catalán, pero también el rancio nacionalismo español».
Defienden su postura porque «la abstención del PSC es una pieza clave para centrar el debate. Sin los socialistas, Mas no va a ninguna parte». «Quizás se ha explicado poco, pero decir que con la abstención no pondremos palos a las ruedas también significa decir que Mas y ERC no podrán contar con los socialistas en sus veleidades secesionistas» afirma un dirigente socialista muy ligado a Pere Navarro.
Otras fuentes del partido consideran que «no contar con los votos del PSC deja a CiU y a ERC sin los dos tercios necesarios para cualquier reforma que vaya en la dirección soberanista. Si no tienen los dos tercios cómo van a plantear una consulta», afirman.
Mas durante toda la campaña electoral, explican dirigentes socialistas, «pidió una amplia mayoría para llevar adelante su proyecto. No la consiguió en las urnas porque CiU sufrió un serio retroceso, pero tampoco en el Parlament porque los partidarios de la consulta y de la secesión no tienen los dos tercios de la Cámara. La abstención del PSC hace evidente su debilidad. No podrán contar con los socialistas para nada».
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