Teatro

Danza

Emoción y vanguardia en el arranque del Grec

La fiesta flamenca de Israel Galván, la mezcla de Ferran Adrià con el mundo nipón y la visión privada de Àlex Rigola de Pasolini a escena

A la izquierda, los chefs Ferran Adrià e Hiroyoshi Ishida, que son la base de «El tigre de Yuzu», que se verá en el Mercat de les Flors.
A la izquierda, los chefs Ferran Adrià e Hiroyoshi Ishida, que son la base de «El tigre de Yuzu», que se verá en el Mercat de les Flors.larazon

La fiesta flamenca de Israel Galván, la mezcla de Ferran Adrià con el mundo nipón y la visión privada de Àlex Rigola de Pasolini a escena.

El Grec arranca con fuerza, con el convencimiento de que lo popular y lo más arriesgado y artístico pueden fundirse sin problemas en una misma obra, sin divisiones grotescas que dictan «esto es para ti y esto es para mi». Desde la fiesta improvisada y vital de un Israel Galván en estado de gracia, a la historia de una fusión de ideas entre dos maestros de los fogones como Ferran Adrià o Hiroyoshi Ishida, pasando por el teatro de proximidad de Àlex Rigola para ponernos en la piel de Pasolini, los proyectos más arriesgados, valientes y vanguardistas dan un golpe en la mesa y gritan a los cuatro vientos que son para todo el mundo.

El primero es «La Fiesta», de Israel Galván, que llenará el Teatre Grec esta noche y mañana con un espectáculo de flamenco contemporáneo lleno de sorpresas. Con un guión pautado, pero mucho espacio para el juego y la improvisación, Galván se ha reunido con una batería de cantaores, músicos y bailaores para hacer cantar, bailar y tocar a todos y transportar al público a una auténtica fiesta flamenca, aquella que siempre se sabe cómo comienza pero nunca cómo acaba. «Estas fiestas mantienen ese lado salvaje, ese que te llama y dice “vente pa ‘ca” y el tumulto crea algo sorprendente. No es una fiesta de risas, no nos limitamos a tópicos, sino que va más allá», asegura el creador.

Elenco de estrellas

Galván se ha rodeado de un autético elenco de estrellas, desde el omnipresente Niño de Elche a bailaores como El Junco o Ramón Martínez, la fueza de la naturaleza que es Uchi, el guitarrista Emilio Caracafé, que por primera vez en la historia toca una guitarra jamón o cantantes de mil registros como Alia Sellami o Eloísa Cantón. Además, también aparecen un cuarteto coral griego, el Byzantine Ensemble Polytropon. «Quería dejar esa idea del músico detrás y yo el bailarín delante bailando. Aquí todos hacemos de todo, muy mezclados», confiesa Galván.

A pocos pasos de allí, Àlex Rigola traerá hasta el 23 de julio al Mercat de les Flors el espectáculo «Who is me. Pasolini (poeta de las cenizas)». Como se pudo ver en Temporada Alta, la particularidad del espectáculo es que sucede en una caja de unos 6 x 4 metros donde unas 25 personas podrán ver a escasos centímetros al actor Gonzalo Cunill ponerse en la piel de Pasolini. «Quería llevar todo lo que no fuese el actor a mínimos para que el público se sumergiese en las palabras de Pasolini. Gonzalo no intenta interpretar al poeta, sólo recita sus palabras y se transforma en él», asegura Rigola.

La obra, que cuenta con dos pases diarios, está basada en un texto encontrado tras la muerte de Pasolini, en el que el poeta hacía una especie de recuento de su vida a partir de una falsa entrevista con un crítico de cine americano. Cunill, vestido con la camiseta de la selección italiana de fútbol, disecciona el texto cara a cara con el público.

Por último, el Mercat de les Flors también acoge hasta mañana «El tigre de Yuzu», que evoca la historia del encuentro entre Ferran Adrià y el restaurante japonés Mibu del chef Hiroyoshi Ishida. La compañía Kaiseki Teatre narra este encuentro de manera multidisciplinar, con una mezcla de actores orientales y occidentales que hablan en escena en catalán, castellano, japonés, inglés, danés e italiano. Roger Juli dirige esta inesperada historia épica.