Elecciones catalanas
Fuego cruzado entre JxCatalunya y ERC a 48 horas de las elecciones
«Estoy aquí porque no me escondo de lo que hago», dice Junqueras en alusión a Puigdemont
Con las encuestas arrojando máxima igualdad entre ERC, C’s y JxCat para conseguir la victoria, la penúltima jornada de la campaña electoral hizo aflorar la tensión y rivalidad histórica, hasta ahora contenida, en el bloque independentista para intentar seducir a los votantes indecisos.
Con las encuestas arrojando máxima igualdad entre ERC, C’s y JxCat para conseguir la victoria, la penúltima jornada de la campaña electoral hizo aflorar la tensión y rivalidad histórica, hasta ahora contenida, en el bloque independentista para intentar seducir a los votantes indecisos. El fuego cruzado entre ERC y JxCat tomó una nueva dimensión con la aparición de Oriol Junqueras, que concedió una sucinta entrevista a Rac1, en la que acusó veladamente a Carles Puigdemont de falta de compromiso y valentía para defender la independencia tras ser proclamada el 27-O tras fugarse a Bélgica, mientras desde JxCat se devolvieron los ataques tildando implícitamente a Junqueras de «presidente 155» si acaba siendo investido y de haber priorizado los intereses de su partido por encima del bien separatista.
El líder de ERC ahondó en la idea que ya lanzó el ex conseller Raül Romeva (ERC) cuando salió de prisión y acusó de forma velada a Puigdemont de haber huido para no «dar la cara» ni ser «consecuente» con sus actos. «Yo estoy aquí porque no me escondo de lo que hago», afirmó Junqueras, antes de repetir su voluntad por ganar los comicios y acudir a la sesión de investidura para tomar posesión de la presidencia de la Generalitat, algo de lo que se mostró optimista: «Estamos en prisión preventiva», recordó y aseguró que «habrán los mecanismos necesarios» que lo permitan.
Para mitigar los efectos del mensaje de Junqueras –al que no se mencionó–, a 72 horas del 21-D, se emplearon a fondo los teloneros de Puigdemont –que centró su discurso en demonizar a las fuerzas constiticionalistas– en el mitin central que organizó la candidatura en la Lonja de Lleida. No obstante, aprovechó también para erigir el voto a JxCat en el voto útil y «más nítido» al mundo de que Mariano Rajoy «no puede descabezar a nadie». En todo caso, Puigdemont intentó seducir al electorado no independentista asegurando que PP, C’s y PSC en el Govern también les «perjudicaría».
El primero en dispara contra ERC fue el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, que mostró un tono duro y trajo a colación el desinterés que tuvo ERC en reeditar una coalición como Junts pel Sí. Solsona dejó entrever que, tras convocarse las elecciones, hubo serias opciones de que acabara fructificando una candidatura conjunta, pero «en solo 48 horas» pareció diluirse esa voluntad de Esquerra, que optó por «otros proyectos». En este sentido, afirmó que estos comicios van de votar a JxCat, que implica reponer al Govern cesado, porque votar a otras listas, como ERC, significaría ser «cómplice» de la aplicación del 155.
En esta línea se expresó el ex conseller, Josep Rull, que volvió a insistir en que estas elecciones no van de partidos y tuvo un gesto de gratitud hacia su partido y la coordinadora general, Marta Pascal. «¡Gracias Marta por entenderlo!», exclamó, en alusión a que permitió a Puigdemont impulsar la plataforma de JxCat en detrimento de las siglas del PDeCAT. Y por esa senda siguió Carles Porta, que arremetió implicítamente contra ERC al, presentarse en solitario,porque «está haciéndole el juego a Rajoy».
Finalmente, Puigdemont reorientó los ataques hacia las fuerzas constitucionalistas para tratar de arrebar voto no independentista.
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