Historia

Nueva York

Goldoni y los catalanes

Lluís Pasqual lleva al Lliure «Els feréstecs», obra maestra del dramaturgo italiano. Traslada la acción un pueblo de los Pirineos en la Primera República. Dónde: Teatre Lliure. Paseo de Santa Madrona, 40.. Cuándo: Hasta el 19 de mayo.. Cuánto: 21,30-30,25 euros.

Andreu Benito, Jordi Bosch y Boris Ruiz interpretan a los burgueses protagonistas de la obra
Andreu Benito, Jordi Bosch y Boris Ruiz interpretan a los burgueses protagonistas de la obralarazon

En 1987, Lluís Pasqual dirigía su primer Goldoni, «Una de las últimas tardes de Carnaval». El actor Jordi Bosch formaba parte del elenco y recuerda perfectamente cómo el director comentaba que la obra que quería dirigir era «Els feréstecs». 25 años después, se ha cumplido un viejo sueño y ahora lleva el clásico del gran dramaturgo italiano al Teatre Lliure, en el que Bosch repite en el reparto. «En aquella época, éramos todos demasiado jóvenes para poder hacerlo como yo quería. Ahora por fin ha llegado el momento», asegura Pasqual.

A partir de mañana, y hasta el 19 de mayo, se podrá ver esta farsa que se ríe de absolutamente todo, empezando por la burguesía conservadora, de mente cerrada y estricta, que existía en la Venecia de finales del siglo XVIII y que bien podría ser la de ahora, la de hace cien años o la de doscientos. En realidad, la puesta en escena sitúa la acción en un pequeño pueblo catalán durante la Primera Reública. «Goldoni viajó por los Pirineos y se asombró de descubrir los asombrosos paralelismos que había entre aquella gente que vivía en los pueblos de montaña y los burgueses venecianos que tan bien conocía. Dijo que tenían tanto sus mismas virtudes como, sobre todo, sus mismos defectos. Por eso, no dudé en trasladar la acción aquí, sin necesidad de cambiar ni una línea del texto original de Goldoni», confiesa Pasqual.

La obra habla de cuatro mercaderes, cortos de miras, ejemplos del puritanismo y el espíritu conservador de una clase media que no dejaba de odiar la frivolidad de los nuevos tiempos, que se reúnen para pactar una serie de matrimonios. Los hijos de estos cuatro pequeños tiranos se verán obligados a disfrazarse y hacer otras locuras para poder verse y descubrir si el amor es tan importante como el dinero. Y todo en medio de las fiestas de carnaval y un ambiente desenfrenado. «Fue una obra revolucionaria en su momento, en que Goldoni quita la máscara típica de los personajes de la Commedia dell'Arte, aunque conservando ese espíritu, con personajes tan alocados como sorprendentemente creíbles», asegura Pasqual.

Escenario móvil

El elenco del montaje, además de Bosch, incluye a Andreu Benito, Laura Conejero, Carles Martínez, Xicu Masó, Rosa Renom y Boris Ruiz, entre otros. Cada personaje habla con un acento determinado del catalán, del lleidatano al valenciano, para determinar su carácter y potenciar los paralelismos entre ese mundo veneciano y el catalán. «Estos mercaderes son gente que no duda en gritar, "porque lo digo yo", si alguien les contradice, o que comentan, "qué tienes que hacer tú en esa casa, para qué quieres molestar"cuando alguien te invita a merendar. Son caracteres muy reconocibles aquí», afirma Pasqual.

Para el director, la obra no puede mirarse de forma psicológica, a la manera del siglo XX, sino que es una farsa pasada de vueltas que consigue ser mucho más real. «Goldoni es como Nueva York, te obliga a mirar arriba, te levanta el diafragma», señala Pasqual.