Arte, Cultura y Espectáculos
Ignaci Aballí pone voz a la pintura infinita de Ignaci Aballí
La Fundació Miró premia al artista barcelonés y exhibe sus últimos trabajos
La Fundació Miró premia al artista barcelonés y exhibe sus últimos trabajos.
El arte conceptual es como ese niño tímido que no se atreve a decirle a la chica guapa que la quiere, así que le escribe un poema anónimo y se lo cuela en su cartera sin que ella se dé cuenta. Cuando llega a casa, la niña encuentra el poema y lo lee ruborizada. A veces no es más que algo obtuso e incomprensible y se ríe, pero otras es algo maravilloso y la chica se enamora por completo de esas palabras. Eso sí, sea incomprensible o maravilloso, la niña nunca piensa en el chico tímido cuando lo lee. Moraleja, siempre es mejor no esconderse, decir las cosas tal cual y aceptar las consecuencias. Segunda moraleja, el arte conceptual, aunque sea maravilloso, no sirve para conquistar chicas, o dicho de otro modo, el concepto que pretende comunicar siempre despertará otras ideas en quien lo ve.
Por ello, Ignaci Aballí trasciende el concepto de arte conceptual, y no porque él si se lleve a la chica, sino porque sí comunica la idea que él quiere y consigue crear un diálogo con esas otras ideas que él no esperaba. ¿Arte conceptual esquizofrénico? Es un nombre muy feo para un trabajo tan sugerente. ¿Arte postconcepto? Un nombre academicista que no signfica gran cosa. ¿Arte conceptual instintivo? ¡Basta! No sirven los conceptos, sólo el arte.
El artista barcelonés recibió el año pasado el Premio Joan Miró y ayer presentó la exposición que le da razón de ser al galardón. Bajo el nombre «Secuencia infinita», la muestra recoge varias piezas antiguas del artista, pero sobre todo se basa en sus últimos trabajos, muchos de ellos pensados expresamente para la exposición y para el espacio de la Fundación Miró. Hasta el 2 de octubre, el visitante podrá visitar las diferentes salas de la muestra y dejarse cautivar por su inteligencia conceptual y su capacidad casi sensual de impacto directo. El color, el diálogo con la obra de Miró y la sensación de paso del tiempo son las bases en las que se sustenta su obra, pero es su plasmación física la que trasciende la idea original y deja volar la imaginación. «El premio me ha permitido reflexionar sobre mi trabajo, poner en duda todo lo que he hecho hasta ahora y ver cómo podía evolucionar. Por ello hay un diálogo muy interesante en la exposición entre mi vieja y nueva obra, que juntas crean un nuevo significado», dijo Aballí.
La exposición se abre con la obra «Polvo», cuatro formas de capturar el polvo de su estudio en plafones de grandes dimensiones encerrados en vídreo. A partir de aquí hay obras como «Repintar a Miró» que pinta de blanco y luego vuelve a su color original una pieza mironiana o la espectacularidad de las series sobre colores o el final con las piezas de videoarte, que dejan una impronta imborrable.
Dónde: Fundació Joan Miró. Parc de Montjuïc.
Cuándo: hasta el 2 de octubre.
Cuánto: 7 euros.
✕
Accede a tu cuenta para comentar