Salud
«La crema solar previene las picaduras de medusas»
Entrevista a Santiago Nogué, jefe del Servicio de Toxicología del Hospital Clínic de Barcelona
Santiago Nogué, jefe del Servicio de Toxicología del Hospital Clínic de Barcelona alerta de que «las medusas varadas en la playa aparentemente muertas te pueden picar».
– Lo que se observa es que hay fluctuaciones, es decir que hay veranos en los que hay más y otros en los que hay menos. La situación general es de aumento, pero no es un aumento constante, una curva ascendente sin límite, sino que va fluctuando por motivos que no conocemos exactamente. Este incremento se debe a que hay menos depredadores de medusas, que son principalmente tortugas; a que cada vez hay más tráfico marítimo, que arrastra polípos de medusas y ello facilita el crecimiento de medusas en mares que no serían los propios; y al calentamiento del agua, que tiene que ver con la mayor presencia de medusas, pero también con el mayor número de picaduras. Los días que el agua está más caliente tiende a haber más picaduras de medusas, no sabemos si es porque hay más medusas, más bañistas o porque con calor los tentáculos liberan con más facilidad.
–¿Tienen cuantificado cuántas personas sufren picaduras de medusas cada verano?
– En Cataluña se calcula que son unas 25 mil personas las que son picadas cada año en sus playas. Lo que pasa es que la inmensa mayoría sufren picaduras leves.
-¿Cuántas de estas personas sufren picaduras graves?
-En las costas de Cataluña, en los últimos años no he visto ningún caso que haya requerido hospitalización, pero sí necesidad de acudir a urgencias debido a la intensidad de lesiones en la piel y, sobre todo, a la duración en el tiempo. De las 25 mil picaduras anuales, el 95% se va a resolver en horas y solo un 5% va a durar varios días la erupción cutánea.
– ¿Qué pasa en nuestro organismo cuando una medusa nos inocula ese veneno?
-Se produce un fenómeno local, en el que aumenta la permeabilidad de los vasos sanguíneos de la zona próxima a la picadura, el veneno vasodilata la zona, que se enrojece e incluso pueden aparecer ampollas en la piel a consecuencia de esta exudación de líquido de los vasos sanguíneos hacia el exterior. Esto pica, duele y molesta.
-¿Las consecuencias de la picadura son pues reacciones cutáneas únicamente?
– En ese 5% de personas en las que esa reacción a la picadura que normalmente se resuelve en unas horas persiste días, semanas e incluso meses, se produce además una reacción personal del organismo, como si fuera una persona alérgica al veneno de la toxina .
–El Clínic participa en un proyecto de tres años de duración, impulsado por la Obra Social ‘la Caixa’, para minimizar el impacto de las medusas. ¿Cuáles son las líneas de trabajo?
– Estudiamos al mismo tiempo varias cosas. Por un lado, se está trabajando en que los socorristas de playa apliquen ya a una persona que ha sufrido una picadura de medusa alguna medida física como la aplicación de frío local sobre la zona de la picadura o una solución de bicarbonato, que empiece a controlar esta reacción inflamatoria. El problema es que hoy en día aún no se sabe exactamente cuál es el mejor tratamiento a aplicar en la playa, en parte porque no hay una única especie de medusa, sino que hay más de un centenar de medusas diferentes, aunque en Cataluña hay tres especies que producen picaduras, porque no todas pican. Por otro lado, se estudia qué le pasa a ese pequeño porcentaje de pacientes que tienen lesiones persistentes tras una picadura para reaccionar de esa manera y qué le podemos dar que le vaya mejor para solventar el problema. Además, paralelamente, buscamos mejorar nuestro conocimiento sobre las especies que hay en Cataluña.
– Durante el año que lleva en marcha el estudio, ¿han avanzado en algún sentido?
– Hemos avanzado poco porque solo llevamos un verano, pero en estos momentos estamos aplicando en el Hospital Clínic técnicas ecográficas en la piel a las personas que han sido picadas por medusas. Esto no se había hecho hasta ahora y nos aporta mucha información respecto a la inflamación que hay debajo de la piel. Con esta información podemos dirigir mejor el tratamiento a los pacientes.
– ¿Qué medidas preventivas puede tomar el bañista para evitar las picaduras?
– Algo tan sencillo como ponerse crema solar antes de bañarse, porque crea una película que dificulta la penetración del veneno en la piel. Además, es importante bañarse en playas donde haya socorristas, ya que ellos hacen una inspección ocular de la zona de baño cada mañana y pueden cambiar la bandera de la playa en función de lo que observe para avisar así del riesgo de sufrir picaduras de medusas. Y por supuesto, si ves que hay medusas, salte del agua. Hay que tener en cuenta que hasta las medusas varadas en la playa aparentemente muertas aún te puede picar durante unas horas, porque sus tentáculos no están muertos.
– La medusa nunca ataca
– La medusa es incapaz de atacar al ser humano; es el ser humano que interfiere en el trayecto de la medusa, que se mueve por las corrientes marinas. El hecho de contactar el tentáculo con la piel activa unas células y se clava una especie de arpón, que inyecta una cantidad ínfima de veneno.
– ¿Y cómo hay que actuar ante una picadura?
Hay que poner algo frío, pero nunca hielo directamente sobre la piel porque quema y porque si es hielo se derrite, el agua dulce puede activar la descarga de restos de medusas que pueden estar todavía apoyados sobre la piel. Por eso, tampoco hay que ducharse nunca tras la picadura. También se aplica bicarbonato sódico durante un cuarto de hora, por lo menos, lo que neutraliza el veneno, y agua de mar. Lo de aplicar orina sobre la picadura es un bulo.
– ¿No hay antídoto para las picaduras de medusa?
No existe. Sería otro potencial fruto de nuestra investigación, pero hoy, la poca gravedad de las lesiones no lo justifica. La prioridad ahora no es el antídoto.
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