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Novela

La novela de la de-generación

Juan Vico describe con ironía una reunión de amigos de 40 años y la omnipresencia del fracaso en sus vidas

Juan Vico se ha convertido en la voz de toda una generación en su última novela, «El animal más triste»
Juan Vico se ha convertido en la voz de toda una generación en su última novela, «El animal más triste»larazon

Juan Vico describe con ironía una reunión de amigos de 40 años y la omnipresencia del fracaso en sus vidas.

Los hijos de los 70 viven en el agravio. Son la generación de las promesas rotas, la primera en la historia que ha pasado a vivir peor que sus padres. Y eso no estaba previsto. Por ello son los de-generados, los invertidos, los desclasados, los que han visto cómo la diferencia entre realidad y deseo se ampliaba tanto qu ellos quedaban en una especie de vacío vital, siempre insatisfechos, siempre refunfuñantes, siempre impacientes. «Los jóvenes de hoy día han vivido en la confirmación del caos, con lo que su situación no les ha venido por sorpresa y han podido responder en consecuencia. A mi generación les prometieron tantas cosas falsas que convive con un desencanto radical del que uno no se escapa», asegura el escritor Juan Vico.

El autor de «Los bosques imantados» acaba de publicar «El animal más triste» (Seix Barral) novela donde pone el dedo en la llaga sobre ese vértigo que existe cuando miras atrás y sólo te ves a ti mismo joven y guapo burlándose de todos tus fracasos. «Podríamos decir que es una novela sobre el deseo y sus fracasos. El mismo concepto de deseo implica frustración, tanto porque no consigues lo que querías, como si lo consigues y pasas a desear otra cosa. Siempre genera insatisfacción, algo muy presente en mi generación», asegura.

La novela nos presenta a una serie de amigos que se reúnen un fin de semana en una casa del Pirineo. Allí volverán a entrecruzar sus vidas hasta confundir quienes eran entonces, con 20 años, y quienes son ahora, con 40. La distancia de la imagen ingenua que tenían entonces de sí mismo con el peso y deformación que sienten que reflejan ahora harán que vuelquen toda su frustración en calmar el vértigo con el sexo y los desahogos rápidos. «El sexo funciona como el nexo de unión de todas estas vidas, pero sólo es una excusa. Está claro que no es una visión optimista de las relaciones amorosas en los tiempos actuales. Es un tema universal imposible de resolver y en el que me interesa mucho indagar», confiesa Vico.

Estudio de la creación

Los amigos son gente de cine, escritores de best seller de novela negra o fotógrafos y esto le permite al autor hacer una reflexión en torno a la creación y conceptos muy esquivos como la originalidad, los mecanismos de la ficción y la necesidad del arte como refugio vital. «Me interesa mucho estudiar los mecanismos de la creación y cómo hace crecer mecanismos que en lugar de ayudar a entender el presente acaban por transformarse en refugios donde poder soportarla», señala el escritor.

Para lograr este juego de espejos, deformantes, Vico crea una estructura singular. La primera parte de la novela está narrada en primera persona por uno de los personajes. La segunda parte es el manuscrito de un relato simbólico sobre el pueblo al que los amigos viajan escrito por la novia de uno de ellos, el único personaje joven que se escapa de la asfixia de la mediana edad y que sirve de contrapunto acusador de todas sus faltas. Por último, la tercera parte da voz al resto de personajes para que todos ellos puedan mostrar sus pensamientos y emociones en primera persona.

Y que nadie busque al autor en alguno de los personajes, «porque francamente me he repartido en todos», asegura. Quien sí que tendrá que leer con mayor atención serán sus propios amigos, «pero les mentiré, claro, si leen la novela. Será divertido ver que dicen», concluye.