Barcelona

Mas redobla su ofensiva soberanista ante las «agresiones» del Gobierno

El Parlament ratificará el derecho a decidir y acelerará el trámite de la ley de consultas

GRA322. BARCELONA, 22/02/2013.- El presidente catalán, Artur Mas, durante la rueda de prensa ofrecida tras la segunda reunión de la cumbre anticorrupción celebrada hoy en el Palau de la Generalitat. Mas ha presentado en la reunión un documento de 51 propuestas para luchar contra la corrupción, entre ellas, la publicación de los sueldos y el patrimonio de los cargos electos y de confianza, un código ético para la transparencia política y un registro de 'lobbies'. EFE/Toni Albir
GRA322. BARCELONA, 22/02/2013.- El presidente catalán, Artur Mas, durante la rueda de prensa ofrecida tras la segunda reunión de la cumbre anticorrupción celebrada hoy en el Palau de la Generalitat. Mas ha presentado en la reunión un documento de 51 propuestas para luchar contra la corrupción, entre ellas, la publicación de los sueldos y el patrimonio de los cargos electos y de confianza, un código ético para la transparencia política y un registro de 'lobbies'. EFE/Toni Albirlarazon

El Gobierno de la Generalitat se conjuró ayer para redoblar su apuesta por la autodeterminación de Cataluña, recrudeciendo de esta manera el conflicto político e institucional con el Gobierno. Así lo acordó el gobierno catalán en su reunión semanal, en la cual dominó el análisis sobre «las agresiones» que, a su entender, está sufriendo el proceso soberanista. «Estamos ante el Gobierno menos dialogante de la historia de la democracia», afirmó, grandilocuente, el consejero de la Presidencia y portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, en alusión a la decisión de Moncloa de impugnar la declaración de soberanía del Parlament y a la dimisión del fiscal jefe de Cataluña por legitimar una consulta fundamentada en el derecho a decidir.

La consulta en Cataluña

Homs argumentó que «las agresiones» del Gobierno merecen una reacción y apostó por ratificar el derecho a decidir en el Parlament cuanto antes. Esta ratificación se producirá la semana que viene, cuando la Cámara catalana volverá a reivindicar este «derecho», aprovechando una propuesta del PSC –la misma que se votó en el Congreso y que provocó la ruptura de los socialistas catalanes con el PSOE– que insta a la Generalitat a «iniciar un diálogo con el Gobierno para posibilitar la celebración de una consulta a la ciudadanía catalana para decidir sobre su futuro».

Pero no acaba aquí la ofensiva soberanista. En paralelo, se acelerarán los trámites de la ley de consultas, ya que el martes que viene se celebrará la última reunión de su ponencia parlamentaria. La intención de CiU es aprovechar la redacción de la norma que se realizó durante la pasada legislatura y ahorrarse el trámite de las enmiendas a la totalidad, algo que rechazan PP y C's, muy críticos con «las prisas» que ha adquirido el frente soberanista.

Para redondear su embestida, el Govern también apremió a los partidos catalanes a constituir el denominado «Pacto nacional por el derecho a decidir», que podría crearse antes de Semana Santa y que uniría a formaciones políticas, entidades sociales e instituciones de gobierno.

Con todo ello, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, pretende demostrar que no está dispuesto a dar ni un solo paso atrás en el proyecto estrella que está impulsando con el aliento de Esquerra Republicana: la consulta de autodeterminación, que desea celebrar en el año 2014.

A la Generalitat no parece importarle elevar al máximo nivel la tensión con el Gobierno, a pesar de las claras dependencias que tiene en estos momentos de la administración del Estado, en particular en lo referente a sus finanzas.

Cabe recordar que el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, está reclamando desesperadamente al Gobierno que flexibilice el objetivo de déficit (que ahora se sitúa en el 0,7 por ciento para las comunidades autónomas) y asegura que no se ve capaz de cerrar las cuentas con este tope. Lo que es evidente es que la Generalitat no se basta con sus recursos para hacer frente a sus obligaciones –basta con ver los impagos que acumulan las farmacias en Cataluña– y que necesita la ayuda del Gobierno para atender sus compromisos financieros.

Pero esta dependencia económica parece resultar completamente ajena a las aspiraciones soberanistas de Mas. De hecho, su argumento recurrente (impuesto por ERC) es que el culpable de los recortes es el Gobierno. En este contexto tendrá lugar la entrevista de Mas con el presidente Mariano Rajoy, la cual no tiene trazas de ser muy provechosa.