Festival de San Sebastián

Miike: «Me gustan los personajes que muestran sus instintos animales»

El realizador japonés Takashi Miike, ayer, en el Festival de Sitges
El realizador japonés Takashi Miike, ayer, en el Festival de Sitgeslarazon

Al realizador japonés Takashi Miike, famoso por sus películas de extrema violencia, le gustan los personajes malvados que dan rienda suelta a su agresividad porque «son fieles a sus instintos animales en una sociedad repleta de normas», según explicó ayer en una entrevista con Efe. Miike, a quien el Festival de Cine Fantástico de Sitges dedica una retrospectiva, aclaró que le atraen los miembros de la yakuza (la mafia japonesa) y los delincuentes porque «los impulsos que les llevan a hacer cosas que están fuera de la ley son muy humanos».

A pesar de su fama de cineasta sangriento, la filmografía del realizador japonés es muy variada y aborda un sinfín de géneros y estilos, como demuestra su último trabajo, «Shierd of Straw», un western urbano que se pudo ver ayer en Sitges.

«No soy un director de películas "gore"–aclaró–, pero he hecho algunos filmes muy violentos y en España se conoce más esa faceta». A Miike no le molesta que le cuelguen el sambenito de director de cine extremo, ya que considera normal que los espectadores conozcan solo alguna de sus múltiples caras como creador.

Ver todas sus producciones es una heroicidad ya que Miike tiene en su haber más de setenta trabajos cinematográficos, teatrales y televisivos y ha llegado a dirigir seis filmes en un solo año. «Hago de todo –dijo–. Aproximadamente la mitad de las películas son encargos y la otra mitad caen en mis manos por azar».

Miike es famoso por la libertad con la que ha llevado adelante largometrajes políticamente incorrectísimos rodados con poco presupuesto, pero también acoge con muy buena predisposición los encargos y se ciñe a las condiciones. Por ejemplo, «Shierd of Straw» es un encargo en el que los productores le pidieron que se contuviera en las escenas violentas porque querían llegar a un público amplio.

En la presentación de la película ante los espectadores del Festival de Sitges, que suele aplaudir con pasión las escenas más terroríficas, Miike advirtió a los presentes que «aquí no va a haber mucha sangre».