Teatro

Crítica

Mozart oscurece al Liceo

La puesta en escena está protagonizada por las sombras
La puesta en escena está protagonizada por las sombraslarazon

A los 16 años, Mozart renovó para siempre la estructura estática, casi militar, de la ópera seria, y la transformó en un gran juego dramático. Sus recitativos, coloreados por la orquesta, marcando el carácter y sentimiento de los personajes, revolucionaron el género. Y la ópera que lo inició todo fue «Lucio Silla», drama histórico en torno a la figura alucinada de un dictador romano que en sus manos se convirtió en una auténtica fiesta de los sentidos.

El Gran Teatro del Liceo acoge por segunda vez en su historia esta ópera, vital para comprender lo que acabó siendo el género en el siglo XIX con gente como Wagner. Bajo la batuta de Harry Bicket y dirección escénica de Claus Guth, el montaje es una modernización de la historia, situado en un presente atemporal, en el que la acción transcurre en el bunker de un dictador, mientas en tierra se sucede una mortal guerra nuclear. «Pensé la adaptación durante la guerra de Iraq y me influenció las imágenes megalómanas de las contrucciones de Sadam Hussein.Siempre me ha irritado y fascinado la oscuridad de la ópera y quería remarcarla», aseguró ayer Guth.

La oscuridad se ha reforzado con un constante juego de sombras, decorados que simulan túneles interminables y el énfasis es la locula megalomaníaca del dictador, Lucio Silla. «Es increíble que un hombre de 16 años tuviese la capacidad para pintar la complejidad humana de esta forma. Mozart siempre fue un joven con alma de viejo», aseguró Guth.

El elenco incluye a cantantes como Patricia Petibon, Kurt Streit, Igna Kalna, Silvia Tro Santafé y Ofèlia Sala. Los personajes femeninos tienen gran complejidad vocal y la obsesión de Mozart por la dramaturgia hizo que además requiriese de grandes dotes actorales. «Este tipo de roles no los puedes interpretar cuando eres joven, necesitas mucha madurez. Mozart utiliza toda la expresión vocal, toda su coloratura, que consigue que sus personajes lleguen al alma», afirmó Petibon.

Rigor y exigencia

El montaje quiere hacer un paralelismo entre lo que se oculta bajo tierra, en el bunker, y lo que se esconde en los personajes, una complejidad que ha requerido mucho de los cantantes. «Vocalmente, el personaje de Lucio no es complicado, lo que te obliga a centrarte en la actuación. El propio encierro del búnker exacerba sus emociones», dijo Streit.