Caso Pujol
Oleguer admite que carece de documentos que avalen la herencia
Aseguró a Hacienda que se remitía a la explicación que dio Jordi Pujol
Ni tiene en su poder documentación alguna que acredite que el origen de la fortuna familiar oculta durante 34 años en el extranjero procede de una herencia de su abuelo, Florenci Pujol –tal y como mantuvo el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el pasado julio– ni sabe siquiera si esos documentos existen. Ante la insistencia de la Agencia Tributaria en que acreditara con papeles que el origen del dinero del que disponía en Andorra, y que regularizó el pasado julio, procedía –como aseguró el benjamín de la familia Pujol– de una herencia de su abuelo, el representante de Oleguer admitió a Hacienda el pasado 17 de septiembre que «no dispone de documentación al respecto». Ésta fue una de las once reuniones que –entre enero y diciembre del pasado año– mantuvieron en Barcelona los representantes de Oleguer Pujol y la inspectora de Hacienda encargada de la investigación tributaria sobre el origen de su patrimonio.
En esas citas desarrolladas en la oficina barcelonesa de la Inspección Tributaria –la última, el pasado 12 de diciembre, en la que la Inspección comunicó que su actuación se prolongaría doce meses más por la especial complejidad de las pesquisas–, los representantes de Oleguer fueron facilitando toda la información requerida por la Agencia Tributaria. En la reunión mantenida el 30 de julio del pasado año, el representante de Oleguer atribuyó la regularización efectuada días antes –por un importe total de 353.037 euros y que afectó al IRPF y al Impuesto sobre el Patrimonio– «a un incremento no justificado del patrimonio existente, en el ejercicio 2009, en la cuenta Andbank, procedente de una herencia del abuelo».
Desde esa fecha, Hacienda insistió en que aclarase el origen de ese dinero ocultado en Andorra, que en 2010 se transfirió a la Banca Privada d’Andorra, donde se mantuvo en los ejercicios de 2011 y 2012 (último ejercicio investigado por la Agencia Tributaria). Tuvo que esperar. Oleguer Pujol se limitó a explicar, mediante un escrito remitido al juzgado, que desveló la existencia de nuevas cuentas en Andorra «no como consecuencia de las manifestaciones realizadas por su padre, sino como consecuencia de las filtraciones ilegales que se realizaron y que fueron publicadas por el diario «El Mundo» el 7 de julio de 2014.
Ante la insistencia de Hacienda, en la reunión mantenida el 17 de septiembre de 2014 finalmente el representante de Oleguer asegura que no dispone de documentación alguna y que «se remite a la declaración pública efectuada por su padre en relación al origen de los fondos».
La inspectora le pregunta entonces si esa documentación existe, a lo que el representante responde que «lo ignora pues no dispone de nada». Y para despejar cualquier duda sobre información adicional en relación a la polémica herencia, añade que «no aportará documentación alguna».
El propio Jordi Pujol aportó a regañadientes hace unos días al Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona –que investiga el origen de la fortuna familiar– el testamento de su padre, en el que no hay ni rastro de ese legado de Florenci Pujol a Marta Ferrusola y sus hijos al que se refirió el ex president. Pujol se refirió a un dinero «diferente del comprendido en su testamento». Pero, hasta el momento, no hay documento alguno que lo acredite.
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