Teatro

Teatro

Ópera en una isla

El Liceu acoge una nueva versión de «Manon Lescaut» de Puccini, situada en 1892

Una escena de la puesta en escena de «Manon Lescaut», por Davide Livermore, y que se ubica en la isla de Ellis, en el Nueva York de 1892/ Laura Ferrari
Una escena de la puesta en escena de «Manon Lescaut», por Davide Livermore, y que se ubica en la isla de Ellis, en el Nueva York de 1892/ Laura Ferrarilarazon

El Gran Teatro del Liceu programará entre el 7 y el 22 de junio una nueva versión de «Manon Lescaut», de Giacomo Puccini, con dirección escénica del italiano Davide Livermore, cuya acción transcurre, en parte, en el centro de detención de emigrantes de la isla de Ellis, en el Nueva York de 1892.

El Gran Teatro del Liceu programará entre el 7 y el 22 de junio una nueva versión de «Manon Lescaut», de Giacomo Puccini, con dirección escénica del italiano Davide Livermore, cuya acción transcurre, en parte, en el centro de detención de emigrantes de la isla de Ellis, en el Nueva York de 1892. Livermore, acompañado por el director musical, Emmanuel Villaume, y por algunos de los cantantes del reparto, explicó ayer en rueda de Prensa que aunque sigue escrupulosamente la partitura de Puccini, desplaza la historia hasta el año de la composición de la ópera, 1892, cuando abrió el centro de la isla de Ellis, en un momento álgido de llegada de emigrantes europeos a los Estados Unidos, que puede tener concomitancias con el presente.

En su propuesta, la obra se inicia con un pequeño diálogo hablado entre un hombre ya anciano, que sobrepasa los ochenta años (Renato Des Grieux) y que en Barcelona será interpretado el actor Albert Muntanyola, quien en 1954 rememora toda su vida y su relación con Manon Lescaut, la mujer a la que amó y que en décadas pasadas fue emparejada con el viejo banquero Geronte di Ravoir.

El público del Liceu estará «observando los pensamientos» de este hombre a lo largo de su vida, según la directora artística del teatro barcelonés, Christina Sheppelmann.

La acción también se desarrolla en un prostíbulo, una estación de tren y un hospital, al final, como una metáfora del «desierto del alma y la soledad» que puede vivir un emigrante en un lugar desconocido, destino fatal de la protagonista Manon.

Davide Livermore defendió que se pueden realizar «espectáculos muy contemporáneos con trajes antiguos, que en muchos momentos dan golpes en la cara del público, porque hablan de cosas verdaderas». En este caso, consideró, se «habla de flujo de emigración, sin poner un barco de la mafia, con sirios dentro. Nosotros hacemos arte, no crónica negra», apostilló.

Para el director musical Emmanuel Villaume, la propuesta de Livermore «funciona perfectamente, da una tensión increíble, revive la esperanza», y remarcó cómo componía Puccini, alguien que «con una estructura muy elaborada incluye emoción y sentimiento de un modo absoluto y perfecto». Además, sostuvo que el compositor italiano «por primera vez, con esta ópera, encuentra su voz y explora sentimientos que luego volverán en otras óperas».

La pareja protagonista que encarnan a Manon y Des Grieux se alternará con las sopranos Liudmyla Monastyrska, que debuta en el papel, y Maria Pia Piscitelli y los tenores Gregory Kunde, Jorge de León, también debutante en ese papel, y Rafael Dávila.