Deuda de las familias
Piden a las eléctricas pagar los recibos de pobreza energética
La Mesa del Tercer Sector reclama a las suministradoras cumplir la ley y una reunión para evitar más casos como el de Reus
Con la llegada del frío y justo cuando se cumple un año de la muerte de Rosa, la vecina de Reus en situación de pobreza que falleció víctima de un incendio provocado por las velas que tuvo que alumbrar tras el corte del suministro eléctrico por impago, ayer la Taula d’Entitas del Tercer Sector Social de Cataluña anunció que, de forma inminente, hará llegar una carta a las empresas suministradoras Gas Natural, Endesa e Iberdrola para solictarles una reunión.
El objetivo principal de este encuentro es el de «pedir a las empresas que se mantenga el cumplimiento de la ley, que firmen los convenios pendientes con la administración y hacer entre todos una valoración del bono social», aprobado el pasado mes de octubre, explicaba ayer en rueda de prensa Francina Alsina, presidenta de la entidad, para quien existen tres causas principales que explicarían la pobreza energética. «El bajo nivel de ingresos de las familias –89.200 hogares no tienen ninguna persona perceptora de ingresos–; la baja calidad de la vivienda -más del 50 por ciento del parque de vivendas no tiene criterios de eficiencia energética; y el incremento continuado de los precios de la energía desde 2008, que supera el 80 por ciento, son los tres principales focos de pobreza energética».
Pobres más pobres
En este contexto y tras dos años consecutivos (2015 y 2016) en los que el porcentaje de personas que no pudo mantener su casa a la temperatura adecuada se situó en el 8,7% –3,5 puntos más que en 2013–, Alsina puso de relieve ayer que las entidades sociales están jugando un papel muy destacado en la lucha contra la pobreza energética y están haciendo frente a una serie de gastos extras, derivados del pago de las deudas en suministros energéticos de las personas en situación de pobreza, que «no les tocaría». En este sentido, Susana Roig como responsable de Cruz Roja indicaba que en 2017 la entidad «destinó 80 mil euros a la pobreza energética», mientras que Martí Batllorí, de Cáritas, reveló que «en 2016 la entidad destinó 140 millones de a la cobertura de los suministros». La entidad alertaba ayer también de que aumentan las familias en riesgo de exclusión social de forma crónica.
Por ello, y teniendo en cuenta que «en 2016 los beneficios de Endesa fueron de 1.411 millones de euros, los de Gas Natural de 1.347 millones y los de Iberdrola se situaron en los 2.705 millones», «les tocaría más a las empresas suministradoras absorver las cantidades derivadas de los impagos que a las entidades sociales», reivindicó ayer Alsina.
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