Partidos Políticos
Podem torpedea a Colau
Fachin desafía a Pablo Iglesias y asegura que no habrá confluencia
Fachin desafía a Pablo Iglesias y asegura que no habrá confluencia.
Sólo faltan nueve días para la puesta de largo del nuevo partido de Ada Colau, un espacio en el que deben confluir todas las izquierdas alternativas, las viejas y las nuevas. Pero Podem y su secretario general, Albano Dante Fachin, se resisten a diluirse en esta formación. «A pesar de todos los esfuerzos, las condiciones para que participemos en la asamblea del 8 de abril no se dan», anunció ayer Podem por la mañana a través de su cuenta de Twitter.
Fachin ya se había alejado hace unos días del nuevo partido de Colau e incluso defendió que la mejor opción era realizar una coalición electoral. Pero la intervención del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, forzó la rectificación y se dio por hecho un acuerdo fabricado a partir de la ampliación de los miembros de la dirección y de un sistema proporcional y de listas abiertas para escoger a la ejecutiva del nuevo partido. Este modelo se basaba en que cada candidatura podía copar 25 de los 33 puestos de la ejecutiva, dejando las otras ocho sillas para las listas perdedoras.
Con estas condiciones sumadas a algunas modificaciones en el código ético y a la participación de las bases sin la necesidad de presentar su DNI de forma presencial, el acuerdo entre Podem y el resto de formaciones (BComú, ICV, EUiA y Equo) parecía cerrado, pero Podem aseguró ayer que no se ha cumplido. A las pocas horas, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, irrumpió para desautorizar a Fachin y para mostrar su convencimiento de que habrá acuerdo. Iglesias trató de disimular su desconcierto aunque, en privado, mostró su perplejidad con las maniobras del líder de Podem.
El portavoz de los «comuns» en el Congreso, Xavier Domènech, con el aval de Ada Colau, lidera la lista favorita para tomar el control de la dirección del nuevo partido y llegó a ofrecer varios puestos a Fachin y a sus afines, pero éste los rechazó con el ánimo de presentar su propia candidatura. Ayer optó por retirarla y romper del todo.
En paralelo, la cara más visible del sector crítico de Podem, Jéssica Albiach, sostiene una lista alternativa a la de Domènech. Este movimiento molestó a Fachin, que insiste en que el problema no es el reparto del poder, sino que no se está garantizando la participación de todos los inscritos en Podem en el nuevo partido.
El tiempo para el pacto se agota, puesto que el sábado comienzan las votaciones para escoger la nueva ejecutiva. Ayer, y a la vista de la evolución de las conversaciones, se daba por imposible.
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