Recursos naturales
Qing Li: «El sistema inmune de los árboles refuerza nuestras defensas con un baño de bosque»
La entrevista Qing Li _Médico. Máximo experto en Medicina Forestal
No hay que ir a buscar estudios de universidades americanas para confirmar que los árboles son una fuente de salud y felicidad.
No hay que ir a buscar estudios de universidades americanas para confirmar que los árboles son una fuente de salud y felicidad. Un estudio reciente del ISGlobal en 39 escuelas de Barcelona, con casi 3.000 niños, demostró que los escolares que estudian en centros con más verde a su alrededor obtienen mejor puntuación en memoria que los que estudian en escuelas con más gris. Hace ya 40 años que Japón introdujo la práctica del «shinrin-yoku», que puede traducirse como «bañarse o adentrarse en el bosque», dentro del programa nacional de salud. Gracias al trabajo del doctor Qing Li, considerado el mayor experto en medicina forestal, esta práctica se ha extendido en todo el mundo. En Cataluña, Accionatura está trazando una red de bosques terapéuticos y el Instituto de Ciencia y Tecnologías Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona y el CREAF con el apoyo de la Fundación «La Caixa» estudian en bosques del Montseny los mecanismos fisiológicos y químicos por los que los árboles y sus partículas volátiles benefician nuestra salud. El doctor Li constata que los árboles nos dan salud y felicidad y que los bosques son un antídoto contra el déficit de naturaleza de los ciudadanos.
-¿Desde cuándo los médicos japoneses y coreanos recomiendan baños de bosque?
-En Japón, la medicina forestal y los baños de bosque no están cubiertos por la seguridad social, pero muchos médicos recomiendan ir al bosque. Un baño de bosque disminuye la hormona del estrés, reduce la tensión arterial y el azúcar en sangre, mejora la salud cardiovascular y metabólica, la concentración, la memoria, el umbral del dolor y refuerza el sistema inmunitario.
-¿A qué pacientes está indicada esta terapia?
-Habitualmente, a pacientes hipertensos y a personas que sufren depresión. Algunos trastornos relacionados con estas patologías son enfermedades generadas por el estrés, la epidemia del siglo XXI.
-¿En qué consiste un baño de bosque?
- Pues en caminar despacio, unos 5 kilómetros por hora y activar los cinco sentidos.
-¿Cualquier tipo de bosque sirve para darse un baño?
-En Japón, he sometido a prueba tres tipos de bosque: el bosque de ciprés japonés, el de cedro japonés y el de haya. Tienen que ser bosques con tres características: cuanto más viejos sean los árboles, mayores serán los efectos; a mayor densidad del bosque, más beneficios, y cuanto más grandes sean los árboles, mejor.
-¿Y mejor ir sin móviles ni cámaras para beneficiarnos de las partículas volátiles que fortalecen nuestro sistema inmune?
-Es importantísimo desconectar con la vida urbana para hacer un baño de bosque ¡Ni se te ocurra llevar tu móvil! Tienes que tomártelo con calma, no vas al bosque a hacer ejercicio.
-Ha hecho muchos estudios sobre los beneficios del bosque en el ser humano. En uno, ha constatado que un baño de bosque aumenta el número de células “Natural Killer”, una tipo de glóbulos blancos que atacan a las células cancerígenas.
-He llevado a cabo muchos trabajos de investigación. Y en el mayor de todos vi que después de tres días y dos noches en el bosque las células «Natural Killer» aumentan un 50% su actividad, gracias a las proteínas anticancerígenas que respiramos, cuya presencia en el organismo aumenta también un 52%. Si vas un fin de semana, de viernes a domingo, puedes conservar este impacto positivo durante un mes. Si vas un día, el efecto es de una semana.
-Un baño de bosque tiene efectos preventivos, pero ¿puede ser complementario a un tratamiento para un enfermo?
-Por ahora, es un tratamiento preventivo, no curativo. En un futuro, puede ser un tratamiento curativo complementario.
-¿Qué países se han interesado más por los baños de bosque?
-¡Muuuchos! En los Estados Unidos, se publicó mi libro, «El poder del bosque. Shinrin-yoku. (Roca Editorial)», con otro nombre, «Baño de bosque», y ha sido un «best seller». Y en Francia, el libro fue uno de los cuatro más vendidos hace un año.
-Según el tipo de bosque y de las partículas volátiles que respiramos, ¿los efectos son distintos?
-Sí, el olor del bosque tiene un efecto muy grande en los cinco sentidos. En mi experimento, cerca del 50% de los efectos positivos provienen del olfato.
-El Hospital Clínic y la Obra Social “La Caixa” arrancaron un estudio en 2017 para conocer cuál es la fórmula de las partículas volátiles que emanan los bosques y cómo actúan como medicamento.
-A las partículas volátiles, nosotros les llamamos elementos luchadores o aceites esenciales. Los árboles pueden emitir muchos elementos químicos y en el aire del bosque hay muchas fitoncidas, esto son los aceites esenciales que los árboles segregan para protegerse de los hongos o los insectos. La clave está en estos elementos luchadores, porque el sistema inmunológico de los árboles beneficia a nuestras defensas.
-¿Para los alérgicos, un baño de bosque puede ser más perjudicial que beneficioso?
-En Japón, recomendamos baños de bosque desde el mes de mayo hasta noviembre.
-Para un urbanita, ¿un parque sustituye a un bosque?
-Un estudio en los parques de Tokio, demuestra que caminar durante dos horas en un parque urbano tiene efectos positivos, pero son más psicológicos que funcionales. Aumenta los sentimientos positivos, aporta vigor y energía, y reduce las emociones negativas como la depresión, la fatiga, la confusión. Para proteger el sistema inmunológico, con un paseo por un parque no basta porque los árboles no son tan grandes ni viejos.
-¿Una ciudad verde hace a las personas más felices?
-Un espacio verde en la ciudad es una fuente de felicidad
-El hecho de que el sistema inmunológico de un bosque ayude al sistema inmunológico de las personas, ¿cómo nos conecta con la naturaleza?
-La gente que vive en contacto con la naturaleza, vive más tiempo. Al ser humano le gusta la naturaleza porque nuestros antepasados vivían allí. La vida urbana solo tiene 200 años. Al ser humano le gusta la naturaleza de modo natural y por eso recibimos esos efectos positivos.
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