Literatura

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¿Quién es la Elizabeth Taylor de verdad?

La genial escritora inglesa empieza a salir de la alargada sombra de la actriz norteamericana con varias reediciones

Todo el mundo sabe que la escritora Elizabet Taylor era una actriz amateur pésima, como la actriz Elizabeth Taylor era una escritora muy limitada
Todo el mundo sabe que la escritora Elizabet Taylor era una actriz amateur pésima, como la actriz Elizabeth Taylor era una escritora muy limitadalarazon

La genial escritora inglesa empieza a salir de la alargada sombra de la actriz norteamericana con varias reediciones.

La escritora inglesa Elizabeth Taylor siempre estuvo lastrada por la mala suerte. O quizá fuera por la buena suerte. Para alguien que rehuía de la notoriedad, que se enorgullecía de vivir una vida tranquila, sin sobresaltos, es difícil de decir. En todo caso, la casualidad, buena o mala, hizo que durante toda su carrera su nombre viviese a la sombra de una actriz con el mismo nombre. ¿El cine es más popular que la literatura? Para la creación de mitos, sin duda. Así que la actriz de «Gigante», «La gata sobre el tejado de zinc», «Un lugar en el sol» se hizo con un chasquido con la propiedad del nombre para la opinión pública.

En 1945, con 33 años, la inglesa publicaba su primera novela, «En casa de Mrs. Lippincote», una comedia dramática en torno a la esposa de un joven oficial del ejército inglés, una mujer que rehuirá cumplir sin humor el rol que el mundo parecía haberle dictado. El libro, que demostraba una vitalidad única y un detallismo costumbrista de gran color y calor, fue un éxito y le granjeó una leal colección de lectores. Poco importaba, porque en las navidades de 1944 se estrenaba en los cines «Fuego de juventud», la película que convirtió a Elizabeth Taylor en estrella mundial.

La actriz tenía solo 13 años, pero ya coleccionaba comentarios como los dels escritor y periodista James Agee: «Es abrumadoramente hermosa, no puedo ver, ni me importa, si además sabe actuar». Todo el mundo hablaba de Elizabeth Taylor, y no dejaron de hablar de ella durante décadas. Incluso el año que la escritora fallecía, en 1975, los titulares volvían a centrarse en la actriz por su reconciliación con Richard Burton.

La idea de ser «la otra Elizabeth Taylor» no parecía preocupar a la escritora, que siguió escribiendo hasta conformar un catálogo de once novelas y decenas de historias cortas que acabarían por confirmarla como la mejor escritora inglesa del siglo XX. «Otro mundo, quizá más significativo y glamuroso, a veces entraba en nuestra casa. Recibíamos decenas y decenas de cartas de hombres que creían que era la otra Elizabeth Taylor, pidiéndome fotos en bikini. Mi esposo me decía que les enviase una y les sorprendiese, pero la verdad es que no tengo ningún bikini», bromeaba Taylor, dejando claro su sentido del humor, en una de sus pocas apariciones públicas.

En su última novela publicada en vida, «Prohibido morir aquí», que acaba de recuperar la editorial Bestia Equilátera, incluso hace una pequeña referencia al extraño destino de compartir nombre con una de las mujeres más famosas del mundo entero. La novela narra la vida de Laura Palfrey, que después de enviudar se muda al hotel Cllaremont. En medio de una serie de curiosos huéspedes, Laura conocerá a un joven que le ayudará a aliviar su actual estado de ansiedad y soledad. «Esta novela cambió mi vida para siempre», diría otra gran autora, Elizabeth Bowen.

La escritora nació en Reading el 3 de julio de 1912. Educada en los mejores colegios, con una fuerte conciencia social y un espíritu irónico lleno de estoicismo, se casó con John William Kendal Taylor, pastelero y dueño de una fábrica de chocolate. Juntos tuvieron dos hijos y vivieron tranquilos en los suburbios de Londres. Esta tranquilidad le otorgó la serenidad suficiente para su prosa capaz de bucear en los detalles más íntimos de la vida cotidiana. Aseguraba que solía pensar en los argumentos de sus novelas mientras planchaba, lo que puede no ser glamuroso para los amantes de la imagen romántica del escritor, pero Elizabeth Taylor supo desde el principio que los mitos dan mucho mejor en el cine, así que al diablo.

En los últimos años parece que el esplendor de la Elizabeth Taylor actriz se está apagando y un nuevo interés por la obra de la autora de «Ángel» se ha levantado. ¿Casualidad? Dentro de 50 años, quizá la otra Elizabet Taylor sea la actriz. Hasta entonces, no hace falta elegir. En el último lustro, por ejemplo, se han vuelto a publicar en español «Un alma cándida» (Gatopardo ediciones); «Una vista desde el puerto» (Gatopardo ediciones); «El juego del amor» (Ático de libros); «la señorita Dashwood» (Ático de Libros) y «Angel» (Anagrama). Todavía falta lo mejor de su repertorio, sus increíbles relatos, pero a buen seguro que es cuestión de tiempo.