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«Sólo soy un pequeño batería de rock de Texas, no soy Jesús»

Ted Neeley, que debutó en 1971 en «Jesucristo Superstar» en Broadway y protagonizó la película de Norman Jewison del 1973, llega al Teatre Tívoli para retomar el personaje que ha marcado su vida

Ted Neeley, a pesar de sus 74 años, y de haber hecho más de 5.000 funciones de «Jesucristo Superstar», se enfrenta al escenario como si fuera la primera vez, con la misma dedicación y nerviosismo. Lleva prácticamente 50 años con un personaje que le ha reportado todas las satisfacciones
Ted Neeley, a pesar de sus 74 años, y de haber hecho más de 5.000 funciones de «Jesucristo Superstar», se enfrenta al escenario como si fuera la primera vez, con la misma dedicación y nerviosismo. Lleva prácticamente 50 años con un personaje que le ha reportado todas las satisfaccioneslarazon

Ted Neeley, que debutó en 1971 en «Jesucristo Superstar» en Broadway y protagonizó la película de Norman Jewison del 1973, llega al Teatre Tívoli para retomar el personaje que ha marcado su vida.

En 1970 se estrenaba en Londres «Jesus Christ Superstar», con Ian Gillian, cantante de Deep Purple y amante de Gala, la mujer de Dalí, en el papel principal. La ópera rock que dramatizaba la última semana de vida de Jesucristo fue un éxito instantáneo y el dúo formado por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice no tardaron en llevar su revolucionario musical a Broadway. En el enérgico y talentoso cast estaba Jeff Fenholt como Jesús, pero tenía un pequeño gran suplente en el elenco, un tal Ted Neele, de gran fuerza expresiva y agudos de vértigo que acabaría por robarle el protagonismo a Fenholt, protagonizando en 1973 la versión cinematográfica del musical dirigida por Norman Jewison.

Han pasado prácticamente 50 años de aquellos días, pero Neele no olvida la obra que le cambió para siempre la vida. Más de 5.000 funciones después, y con 74 años a cuestas, todavía sube al escenario y defiende al personaje como el primer día hasta elpunto que muchos, cuando piensan en Jesús, le ponen su rostro. «Sólo soy un pequeño batería de rock de Texas, no soy Jesús, pero el musical me ha dado mi vida», reconoce el cantante, que a partir de esta noche estará diez días en el Teatro Tívoli interpretando la versión original de «Jesus Christ Superstar». «Es gracioso pero Ted lleva más tiempo interpretando a Jesús que el propio Jesús vivió en la tierra», recuerda el director del espectáculo, el italiano Massimo Romeo Piparo.

Neeley recuerda cómo en aquellas primeras representaciones en Broadway, en el ya lejano 1971, cada noche se presentaban a la puerta del teatro asociaciones cristianas para protestar por la obra. La consideraban blasfema por su tratamiento del señor. «Yo les preguntaba por qué la odiaban tanto si no la habían visto, y ellos me contestaban que no les gustaba el título. Yo insistía y les invitaba a entrar a la función. A veces parecía que se resistían como si les hubiese tentado el diablo, pero al final aceptaban. Irónicamente, la publicidad que nos daban aquellas protestas pusieron nuestra obra en boca de todos y cuando esta gente entraba al teatro, al final volvía encantada con sus familias», rememora Neely.

Después de aquellos primeros años, la aceptación del musical ha hecho que muchos la hayan visto como vehículo de fe. El cantante incluso ha podido cantar la obra para un Papa, Juan Pablo II en el año 2000, y se espera que pueda repetir en los próximos años para el Papa Francisco. «Desde aquel 1971, siempre me reuno con los espectadores después del show y muchos me cuentan que gracias a la obra han podido retomar su fe. Tengo sacerdotes que se me han acercado para decirme que cogieron los hábitos tras verme», reconoce Neely.

Para el cantante, la obra que escribieron Rice yLloyd Webber tiene un mensaje simple, «ver a Jesús a través de los ojos de todos los que le conocieron, la historia de la última semana de vida de un hombre, solo un hombre al que todos proyectan sus deseos y debilidades».

El musical, en realidad, no intenta relatar el Nuevo Testamento, sino que el tema es cómo las masas pueden convertir a un hombre en Dios y qué pasa con este hombre cuando esto sucede. Judas canta nada más arrancar la obra: «te has convertido en más importante que las cosas que predicas», y afirma que están comenzando a perder la senda iniciada por Cristo y los apóstoles tres años antes. Judas da a entender que incluso Jesús está de acuerdo y que es él quien quiere acabar con su vida, desbordado por la responsabilidad que todos cargan contra sus hombros. Por no mencionar a María Magdalena que asegura que no sabe como quererle. «He estado con muchos hombres y él es uno más», dice. Sin embargo, si él le dijese que la quiere, huiría aterrorizada. La deshumanización de un hombre, algo que le pasó a Jesús, y a todos as superestrellas.

Una familia de Boston y sus cuatro generaciones Ópera Actual

50 años dan para mucho. «En los 70 fuimos a Boston y allí me encontré con una joven pareja de novios. Cuando volvimos, me presentaron a su hijo. Cuando volví unos años después, me presentaron a sus nietos. La última vez, ya me presentaron a su biznieta», comenta Neeley. Todo una vida, sin duda.