Un 70% de los jóvenes no ve bien la inmigración

En los últimos tiempos se está hablando muchísimo sobre el auge de los populismos, la extrema derecha y la xenofobia en toda Europa. Se habla de los refugiados y de posibles victorias electorales de partidos muy restrictivos con la inmigración. En este sentido, un estudio realizado por la Universitat de Barcelona (UB), aporta datos interesantes y relevantes sobre este asunto.

Según este informe, el 72,9 por ciento de los adolescentes catalanes no ven a la inmigración como un elemento positivo para el crecimiento económico, el 64 por ciento considera que los inmigrantes quitan sitios de trabajo a los autóctonos, y el 56,5 por ciento creen que los extranjeros abusa de los servicios sanitarios y colapsan las urgencias.

30 CENTROS

El estudio fue dirigido por el investigador de Ciencias Sociales Aplicadas Josué Molina, y se basa en un trabajo de campo llevado a cabo a partir de un cuestionario a un total de 1.709 alumnos de ESO, de 30 centros escolares catalanes, de las cuatro provincias. La media de edad es de 16 años.

Otro de los datos que revela esta encuesta es que un 13,9 por ciento de los entrevistados votaría a partidos de perfil xenófobo, lo que, según Molina, demuestra que «existe un sector de la población reacio a la diversidad cultural». También descubre el estudio que el 13,2 por ciento de los encuestados considera que no hay que dar a los inmigrantes los mismos derechos que a los autóctonos, y el 7,2 por ciento opina que las personas nacidas no deberían tener derechos políticos de ningún tipo.

Según la investigación, el 48,1 por ciento de los adolescentes encuestados o bien consideran que los inmigrantes son incívicos y/o no conocen las normas.

Otro dato que arroja el trabajo es que un 24,9 por ciento de los encuestados, 422 personas, tiene a menudo o constantemente percepción de acoso escolar por razones étnico–culturales.

Entre un 3 y un 5,3 por ciento de la muestra manifiesta sentirse rechazado frecuentemente por las mismas razones, lo que, según el autor, resulta considerable teniendo en cuenta que la muestra estaba configurada en un 78,4 por cientopor jóvenes nacidos en España. Los resultados permiten concluir que ni el sexo, ni las creencias religiosas, ni el hecho de asistir a un centro escolar con más o menos porcentaje de inmigración en el aula, ni tampoco el nivel socioeconómico y cultural del estudiante o del conjunto de las familias que asiste al mismo centro, influye de manera sustancial en los estereotipos, prejuicios, o en la actitud hacia la diversidad y el pluralismo cultural.

Molina destacó que «el estudio pone en duda seriamente que estos adolescentes hayan adquirido durante la ESO la combinación de conocimientos, actitudes y habilidades necesarias para la vida en las sociedades multiculturales».