Moda

Un bañador con capucha

La 080 arranca con una nueva pasarela en la playa para mostrar moda de baño local

Una modelo luce una de las creaciones de la firma Oscarleon, durante su desfile en la primera jornada de la 22 edición de la pasarela 080 Barcelona Fashion / Foto: Efe/Marta Pérez
Una modelo luce una de las creaciones de la firma Oscarleon, durante su desfile en la primera jornada de la 22 edición de la pasarela 080 Barcelona Fashion / Foto: Efe/Marta Pérezlarazon

La 080 arranca con una nueva pasarela en la playa para mostrar moda de baño local.

Igual que los números o los colores, la creatividad es infinita. Siempre habrá nuevas ideas que asociar y los humanos no dejarán de mezclar e imaginar conceptos nuevos, entre otras cosas, para poder presumir de humanidad ante los algoritmos, que pueden ganar partidas de ajedrez pero carecen de pensamiento creativo.

En la pasarela de moda 080, la creatividad muestra un sinfín de caras. Cuando lo hace en forma de belleza, despierta aplausos, pero a veces peca de extravagante y deja a uno mudo. La 22 edición de la 080 arrancó ayer con una novedad, estrenó una pasarela en la playa para mostrar propuestas de baño locales. Bajo un sol veraniego y sobre la arena, que hizo sudar por partida doble a las invitadas que llevaban tacones o estos infinitos zapatos de esparto que han logrado que la altura media de las españolas supere el metro setenta, se montó una pasarela que tenía como telón de fondo la Barceloneta, en el Club Pati de Vela. La intención de la organización es consolidar en siguientes ediciones los desfiles de baño, un sector que tiene el suficiente peso para independizarse y andar por libre.

Como un pez en el agua, la firma tras la que trabajan mano a mano Raquel Pérez y Sandra Puig, estrenó la pasarela de baño y abrió los desfiles de la nueva edición del 080. Bikinis y bañadores de algodón orgánico para todos los gustos, de aires románticos, con volantes, en versión funk, para las amantes del techno o del hip hop, con estampados grafitis y de cortes cañeros. Se le ocurrió mezclar dos conceptos antagónicos relacionados, eso sí, con el agua: sus modelos desfilaron sobre la arena de la playa con botas de agua.

Otro ejemplo de que la creatividad no tiene límites fue el bañador con capucha de Guillermina Baeza. Lleva desfilando desde los años 80 en las principales pasarelas europeas y sigue innovando, aunque para ello tenga que coser una capucha a un bañador. El invento tiene tanto juego que podría ser una pregunta del ochentero «1, 2, 3, responda otra vez». ¿Para qué sirve un bañador con capucha? Un, dos tres, responda otra vez: Para proteger la piel de la cara del sol; si has ido a la peluquería para que la arena no te fastidie el peinado ... Si confiamos en la creatividad humana, las respuestas son infinitas. El bañador con capucha a rayas y corte marinero resultó ser una pieza elegante, como toda su colección, «inspirada en la fusión del arte y el deporte», cuenta la diseñadora, dos conceptos que relaciona con la libertad. También presentó piezas con volantes, incluso en modelos bandeau, con tirantes caídos. Apostó por el blanco y el negro, lisos, combinados a rayas, en cuadros vichy o más grandes. También por los colores del mar, que no acaban en el azul, también están los naranjas, vinos y dorados del atardecer. Y como complemento shorts y faldas doradas y plateadas.

La 080 se trasladó por la tarde de la playa al recinto modernista de Sant Pau. Cambió la alegría de Guillermina madre y su hija Belén Raluy, recogiendo aplausos tras mostrar su colección, por el desfile más triste de la 080. OscarLeon presentó su colección «vulnerables... qué haremos cuando no estemos juntos», basada en los sentimientos de un padre y una hija, en la que planeaba la muerte, presente en todas sus piezas. Conjuntos en negro y blanco rotos por mensajes caligrafiados que convirtieron el desfile en una tortura: «Me arrepiento de no haberte dicho te quiero» o «Uno sabe que está vivo porque duele». La propuesta dolió porque todos hemos perdido a alguien.