Trasplantes

«Un donante puede salvar 8 vidas y, con sus tejidos, mejorar la vida de 100 personas»

El Instituto Forense de Cataluña lidera la donación de tejidos, concentra ya el 10% de las donaciones

Imagen de uno de los quirófanos del Instituto Forense
Imagen de uno de los quirófanos del Instituto Forenselarazon

El Instituto Forense de Cataluña lidera la donación de tejidos, concentra ya el 10% de las donaciones.

Gracias a un convenio pionero con el Banc de Sang i Teixits (BST), el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y el Servei Català de la Salut (CatSalut), los cadáveres que llegan al instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña para que se les practique una autopsia empezaron a donar el pasado mes de julio tejidos óseos, piel, tendones, arterias y córneas. Y en apenas seis meses, el Instituto Forense de Cataluña ya concentra el 10 por ciento de los donantes anuales en Cataluña. El imaginario popular no concibe que puedan salir buenas noticias de un edificio donde se practican autopsias y como el instituto forense se siente orgulloso de ello ayer ofreció una rueda de Prensa para explicar qué hacen. No es para menos estar orgulloso, porque un solo donante puede mejorar la vida de 100 personas. Como la de Georgina Serrano.

Hace tres años que esta joven de sólo 18 años sufría una dolencia en la rodilla que le impedía hacer actividad física y le causaba dolores. Su médico, el doctor Pablo Gelber, traumatólogo del Hospital de Sant Pau de Barcelona, la había llegado a operar hasta cuatro veces sin que ninguna de las técnicas empleadas diera buen resultado a la joven. El pasado diciembre decidió probar con otra técnica. Esta vez, le trasplantó un cartílago obtenido del Instituto Forense y los resultados fueron «buenísimos». «Georgina dobla la rodilla desde el primer día» y tras dos meses de recuperación «anda sin problemas ni dolor».

El convenio con el Instituto Forense de Cataluña es pionero. Los donantes de autopsias permiten dar respuesta a necesidades que en otros circuitos no se encuentran. El doctor Gelber explicó el ejemplo de las donaciones de cartílago fresco con una técnica que hace posible el trasplante sin haber congelado el tejido previamente, en las doce horas posteriores a las muerte o en las 24 horas después si se ha refrigerado. La recuperación, como en el caso de Georgina, es mucho mejor. «La diferencias respecto a las intervenciones anteriores ha sido abismal», admitía contenta.

Hasta este convenio, las donaciones de tejidos solo se obtenían de los hospitales en los que el perfil medio del donante es un hombre de unos 70 años. La edad es importante, según el tejido hay un máximo permitido para evitar su deterioro. En cambio, el perfil del donante de tejidos del Insituto Forense es un hombre de 57 años, muerto por accidente o por enfermedad cardíaca. Al ser más joven que el donante de un hospital, sus tejidos se pueden aprovechar más. Sus tejidos pueden aprovecharlos desde quemados, pacientes a los que se ha de reconstruir los ligamentos a neonatos que padecen formaciones cardíacas.

Para tirar adelante con la donación, igual que sucede en los hospitales, los forenses piden el consentimiento a las familias. Esta iniciativa es la segunda fase de un experimento que empezó hace dos años con córneas del que se han beneficiado 600 personas gracias a 300 donantes.