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Desactivan una alarma que llevaba una semana sonando en un piso de Tarrasa

Consta de un mecanismo que le da autonomía para funcionar durante un año y medio ininterrumpidamente y no puede ser desactivada a distancia, ya que no está conectada a ninguna central de alarmas

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Consta de un mecanismo que le da autonomía para funcionar durante un año y medio ininterrumpidamente y no puede ser desactivada a distancia, ya que no está conectada a ninguna central de alarmas

Un técnico ha desactivado hoy, finalmente, una alarma que llevaba sonando de forma incesante desde el pasado martes, día 16, en una vivienda deshabitada en el número 65 de la calle Astúries de Tarrassa, según habían denunciado los vecinos.

Un técnico de la empresa de alarmas Securitas Direct ha desactivado este mediodía la alarma, según han confirmado a Efe fuentes de la inmobiliaria ServiHabitat, propietaria del inmueble.

Los vecinos habían denunciado que, desde el pasado 16 de octubre, la alarma sonaba en el interior de un inmueble, ubicado en los bajos del edificio y que había sido ocupado hace unos meses por lo que, tras su desalojo, se había instalado la alarma y una puerta de seguridad.

Aunque la alarma estaba en el interior de la vivienda, era claramente perceptible desde el exterior, por lo que los vecinos habían denunciado el caso a la policía municipal.

Securitas Direct, por su parte, ha explicado hoy en un comunicado que en los pisos vacíos, con riesgo de robo u ocupación ilegal, se instalan sistemas de seguridad "alimentados mediante una batería de alta duración que garantiza su funcionamiento durante 24 meses, que están en todo momento conectados a la Central Receptora de Alarmas".

La compañía, que dice que "tuvo conocimiento de la activación de la señal de alarma en un inmueble de Terrassa el pasado viernes", asegura que comprobó que no se había producido ninguna "intrusión"y que la sirena se había activado "debido a un fallo técnico", por lo que era necesario "acudir físicamente"al lugar y hasta esta mañana no se había podido acceder al inmueble.

Una de las vecinas afectadas, Arantxa Lebrón, que vive en el piso de arriba, ha explicado que la vivienda en la que suena la alarma está situada en los bajos del edificio y ha sido hasta ahora propiedad de una inmobiliaria que, al parecer, la acaba de vender.

El piso había sido ocupado con anterioridad y, después de lograr desalojar del mismo a los okupas, la inmobiliaria colocó una puerta de seguridad reforzada y una alarma para evitar nuevas ocupaciones.

Lebrón ha explicado que la alarma fue colocada en el horno de la cocina del piso para minimizar las molestias a los vecinos en caso de que se activase.

Consta de un mecanismo que le da autonomía para funcionar durante un año y medio ininterrumpidamente y no puede ser desactivada a distancia, ya que no está conectada a ninguna central de alarmas.

Los vecinos han contactado con la inmobiliaria, que les ha informado de que ha vendido el piso y que el nuevo propietario no lo ocupará hasta dentro de un par de meses, y con la propietaria de la alarma, que asegura que sin el consentimiento del propietario no puede acceder al interior.

"Ya no sabemos qué hacer", ha explicado la vecina, la más afectada por el ruido de la alarma, que empezó a sonar el pasado martes por la tarde y que es claramente audible desde el piso, el rellano del bloque y la calle.

Efe