Política

Pintura

Una mirada completa a Guinovart

El Espai VolART ofrece una gran panorámica a la producción del pintor

La exposición que se acaba de inaugurar sirve para cerrar el año que se ha dedicado a recorrer la trayectoria creativa de Josep Guinovart
La exposición que se acaba de inaugurar sirve para cerrar el año que se ha dedicado a recorrer la trayectoria creativa de Josep Guinovartlarazon

Decir algo nuevo sobre Josep Guinovart. Esa es la intención de la exposición que desde ayer puede verse en el Espai VolART de la Fundació Vila Casas en Barcelona.

Decir algo nuevo sobre Josep Guinovart. Esa es la intención de la exposición que desde ayer puede verse en el Espai VolART de la Fundació Vila Casas en Barcelona. Se trata de un intento de desvestir al artista de algunos de los tópicos que lo han perseguido queriendo reivindicar su perspectiva más combativa. Es una exposición en la que la pintura va de lo primigenio hasta lo infinito.

Bajo el comisariado de Llucià Homs, «La realidad transformada», que es como se titula la muestra, sirve para concluir las actividades del Año Guinovart. Es una puerta abierta a olas nuevas lecturas que puedan ofrecer la nueva generación de críticos y comisarios, demostrando la vigencia del discurso de este pintor.

La hija del pintor, Maria, explicó ayer que todos los que han colaborado en el montaje en el Espai VolART han «jugado a ser Guino», mientras que el comisario, Llucià Homs, explicó que se trata de una muestra de unas ochenta obras, desde sus inicios hasta el año 2000, que enlaza con las que se organizaron en la Tecla Sala y la Pedrera, en vida del artista y en las que participó activamente. Para Homs, quien se acerque hasta el mes de mayo al Espai Volart de la Fundación Vila Casas en Barcelona podrá ver la «suma de la grandeza y la originalidad del gran alquimista que fue Guino», con algunas de las piezas más significativas de sus diferentes etapas, con «nuevas miradas» sobre su discurso plástico. Asimismo, queda constatado que fue alguien que «partía de la realidad para darle nuevas significaciones».

El comisario de la muestra ha tenido en cuenta las palabras del poeta y crítico de arte José Corredor-Matheos que apuntaba a propósito de Guinovart que «es difícil ordenar su obra por décadas, porque los temas que Guinovart aborda aparecen y se repiten en momentos muy concretos de su trayectoria artística; en un momento el color pierde importancia, como en los noventa, y queda supeditado a la relación y el equilibrio con el “collage”, para después volver a aparecer».

Con esa guía, la muestra se apoya fundamentalmente en la iconografía habitual del artista la que servirá como guía para el visitante de la muestra, un pintor que también intervenía en la propia presentación de su trabajo. «Guinovart intervenía de manera directa en la determinación del concepto expositivo, en la selección de las obras, estaba presente en el montaje y por su implicación máxima pintaba y retocaba obras e instalaciones hasta el último momento, poco antes de la inauguración», recordó Homs.

La muestra se divide en varios apartados. En el primero podemos conocer el compromiso político de Guinovart, denunciando injusticias, como ocurre en el «collage» «Homenaje a Allende». Una de las grandes piezas es la instalación «Contorno-Entorno» realizada en 1976 para la Galeria Maeght de Barcelona. Otra instalación es «Laberinto», una espectacular obra de 2001. La naturaleza es uno de los grandes ingredientes del imaginario del pintor, algo que se visualiza en composiciones donde juega con los granos del maíz o las espigas.