Política
Blanqueries, «abierta» por elecciones
El PSPV, «en modo pregobierno», ha recuperado el contacto con la sociedad civil y asume sus propuestas
VALENCIA- El líder del PSPV, Ximo Puig, se presentó a la Secretaría General con la promesa de convertir el partido en una formación «moderna, participativa y viva», que tuviera en cuenta además de la opinión de los militantes y simpatizantes, las propuestas de la sociedad en general.
Así, en su primer año ocupando la planta cuarta de Blanqueries, ha mantenido encuentros con unos 60 agentes y colectivos sociales, y no sólo con los tradicionalmente cercanos a la ideología progresista. Colectivos empresariales o colegios profesionales, por ejemplo, han pisado por primera vez suelo socialista para criticar las políticas del Consell y exigir que salde sus deudas.
Que muchas de las encuestas pronostiquen la pérdida de la mayoría absoluta del PP ha ayudado a que muchas de estas entidades toquen a la puerta de un PSPV «en pregobierno», como lo califica el propio Puig.
Con los primeros con los que recuperó las buenas sintonías fue con los sindicatos. El líder de la oposición se ha reunido más de once veces con UGT y diez con CCOO. Además, en su despacho se han citado los representantes de colectivos estudiantiles, asociaciones agrícolas, plataformas en defensa de los servicios sociales, profesores, afectados por los desahucios o las preferentes, organizaciones feministas y las víctimas del accidente del metro de Valencia, entre otros.
Sin embargo, destacó la participación del presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, en unas jornadas parlamentarias el pasado verano. Fue su primera visita a la sede del PSPV. La aprovechó, además, para recomendar al Gobierno autonómico que no centrara su política económica únicamente en pagar las deudas.
Le siguió la reunión con la Confederación Empresarial Valenciana y su presidente, Rafael Navarro, a quien le prometió defender los intereses de la Comunitat en el Congreso de los Diputados. Puig también intercambió propuestas con la Cámara de Comercio de Valencia y con la Federación de Cooperativas.
La puerta de Blanqueries también ha estado abierta para las demás formaciones políticas, sobre todo para las de la oposición. Aunque los socialistas son reticentes a posar en la foto con EU y Compromís, ya que son rivales directos por el votante de izquierdas, la posibilidad de tener que gobernar en tripartito les obliga a no distanciarse mucho.
Con el secretario general del PPCV, Serafín Castellano, ha compartido mesa en diversas ocasiones, para negociar la reducción de veinte diputados y el ajuste de los organismos estatutarios, iniciativas que necesitan el pacto de los dos grandes partidos para aprobarse.
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