Crisis económica
Casa Caridad pide a los Gobiernos que den ejemplo y sean más austeros
Las Administraciones públicas deberían predicar con el ejemplo. Ser más austeras y eficaces en el gasto y llevar a cabo las reformas que liberen recursos a favor de los que más lo necesitan. Las declaraciones de ayer del presidente de la Casa de Caridad de Valencia, Antonio Casanova, sonaban más a reprimenda que a consejo. «No se puede consentir que haya las dos España. La que goza de recursos suficientes para desarrollar políticas sociales, y la que no».
Casanova no desaprovechó la presencia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ni la de la alcaldesa Rita Barberá, para reclamar una mayor implicación de los poderes públicos en la lucha contra la pobreza, lo que supone un mayor esfuerzo económico.
Es consciente de las estrecheces financieras que atraviesa la Generalitat y que «le impiden llevar a delante todas las políticas sociales que son necesarias», pero considera que la situación actual requiere medidas urgentes. No obstante, mostró cierto optimismo al analizar los datos «alentadores de una frágil e incipiente» recuperación económica, que le animaron a presagiar una normalidad que permita «un nivel de vida lo suficientemente próspero» en el que los ciudadanos vivan con «los mínimos niveles de dignidad».
Pero por si acaso la recuperación tarda en materializarse, aboga por presionar al Gobierno central en materia de financiación. La Comunitat, dijo, necesita una más justa que la actual y por ella debe pelear Fabra. De lo contrario, el escenario de las dos España sería una realidad - «otros disfrutan de partidas económicas que se niegan a los valencianos.
El jefe del Consell, por su parte, agradeció el esfuerzo «silencioso, generoso, pero absolutamente necesario» de los premiados ayer por la centenaria ONG. En nombre de ellos habló el director de la Cadena Ser en la Comunitat, José Carlos Herreros, para pedir que se apueste por «valores esenciales», como la «humanidad, honestidad y humildad».
Porque, dada la situación de las Administraciones, el porvenir de los más necesitados depende de la sociedad civil. Así lo valoró Casanova, que advirtió que decir que en Valencia existen personas que pasan hambre «es ofender a la generosidad de todos los valencianos». Explicó al respecto que en la capital «existen suficientes recursos públicos y privados» para que esto no ocurra. Una afirmación que le agradeció la alcaldesa.
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