Valencia
Casas por 18.000 euros que se montan en cinco horas
Viviendas prefabricadas de 45 metros cuadrados por 18.000 euros en las que se puede entrar a vivir tan solo cinco horas después de recibirlas desmontadas por módulos. Este es el producto que ha diseñado el Instituto Tecnológico de la Construcción de Valencia (Aidico) y con el que pretenden no solo dar una salida a las maltrechas empresas del sector, sino también a decenas de países en vías de expansión que podrán ofrecer lugares dignos para vivir a su población.
Lo que diferencia a este tipo de casas de las existentes en el mercado es el hormigón. Aidico ha conseguido obtener una mezcla perfecta de materiales para que pese la mitad que el utilizado normalmente, pero con la misma resistencia. Tecnología pura. Esta característica permite que en un único contenedor de barco se puedan transportar dos casas de 45 metros cuadrados, por lo que se abaratan los costes del transporte hasta 3.000 euros.
Honduras ha sido el primer país que ha firmado un convenio con Aidico. El director de este instituto, Ramón Congost, afirma que se enviarán a este país 1.800 viviendas. Dos fábricas valencianas, que se encontraban en estos momentos prácticamente sin actividad por la crisis, se encargarán de servir el pedido. Emplearán tan solo dos meses en servirlo.
Con toda seguridad, a Honduras le seguirán otras naciones que ya se han mostrado interesadas por este sistema de construcción tales como Nicaragua, Colombia, Venezuela o Panamá. Congost confía en que el éxito de este producto está asegurado.
Si la fórmula magistral del hormigón permite abaratar su coste, la simplicidad de su montaje es la segunda característica que distingue estas viviendas de otras patentadas hasta el momento.
Congost asegura que con una máquina elevadora y dos personas, la casa estará lista para entrar a vivir en tan solo cinco horas. Se trata de un sistema modular muy sencillo que lleva incorporada la preinstalación de luz.
«Está pensada para que pueda ser montada por personas sin formación». Esto supone una ventaja importantísima para su comercialización, puesto que Aidico únicamente tiene que garantizar que el pedido llegue a puerto, una vez allí, son los locales los que se encargan de montarla, con lo que también se generan puestos de trabajo allí.
El coste del metro cuadrado no supera los 300 dólares por metro cuadrado. Un precio totalmente asumible para los países a los que va destinada. En cualquier caso, irá bajando a medida que se genere capital para mantener la inversión. La situación económica también ha dejado a este producto sin subvenciones, aunque hay inversores externos interesados.
Las viviendas se fabrican a demanda y como ocurre con los coches, con los «extras» que cada uno solicite. «Unos países necesitan mayor garantía contra los seísmos. Nuestras viviendas ya aguantan 7,2 en la escala Ritcher».
En cualquier caso, se pueden realizar modificaciones para aumentar la seguridad. Todo es posible, «incluso hemos incorporado nanopartículas en el hormigón para repeler insectos». También se realizan variaciones en función de las condiciones térmicas del país o incluso han recibido solicitudes que piden que se garantice la resistencia a las balas. Además, el sistema modular permite realizan tantas ampliaciones como sean necesarias.
Oxígeno para la construcción
La comercialización de estas viviendas dará un respiro a las empresas del sector. Se prevé que puedan poner en funcionamiento de seis a siete fábricas. Aidico realizará todos los encargos a firmas valencianas. No solo se beneficiarán las dedicadas a materiales prefabricados, las de cemento o las de material sanitario también se llevarán su parte. Conseguirán así la ansiada y a la vez difícil internacionalización sin correr riesgos.
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