Política

Valencia

Denuncian al director del Centro del Carmen por los grafitis del claustro gótico

El sindicato UGT presentó ayer en el juzgado de guardia una denuncia contra el responsable del Consorcio de Museos de la Generalitat, José Luis Pérez Pont, por autorizar un grafiti de mil metros cuadrados en el claustro gótico del Centro del Carmen, considerado Bien de Interés Cultural.

Según consta en la denuncia, firmada por el responsable de la Administración autonómica dentro de la Federación de Empleados de Servicios Públicos de UGT, Gonzalo Fernández, el patio ha sido «deslucido» y sufre «deterioro» con «consentimiento de Pérez Pont», al que acusan de «haber actuado de forma contraria a la obligación garantista que tiene encomendada».

Este grafiti forma parte de la exposición Evreka y es obra del dúo de artistas PichiAvo, junto a los también valencianos TFK Crew, autores de la falla del Ayuntamiento de Valencia de este año junto a los artistas falleros Latorre y Sanz.

UGT alude a la protección especial que debe regir la intervención en este tipo de espacios y también al hecho de que el Centro del Carmen fue rehabilitado con fondos del Ministerio de Cultura y la Unión Europea.

«Los hechos que se denuncian no pueden tener la consideración de expresión artística o cultural», apuntó el sindicato en la denuncia, y comparó esta intervención con «tristes acontecimientos como los de la rehabilitación del teatro romano de Sagunto».

El director se defiende

El director del Centro del Carmen, José Luis Pérez Pont, aseguró ayer que el mural cumple la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano y pidió que las personas preocupadas por el patrimonio «no se queden con el postureo».

Pont citó el artículo 35 de la Ley de Patrimonio, que entiende por intervenciones carentes de transcendencia patrimonial las que sean reversibles y no comporten alteración de la situación anterior, como defendió el director, así como las habilitaciones interiores que no afecten a su percepción exterior.

En estos supuestos, según Pérez Pont, la ley permite la intervención sin necesidad de la autorización de la Conselleria de Cultura.