El Banco de Patentes para empresas empieza a despegar

La eterna queja en el sector de la economía es la falta de comunicación entre las Universidades y las empresas. Por ello, en 2013 el anterior Consell del PP decidió crear el Banco de Patentes, una herramienta pensada para servir de punto de encuentro entre unos y otros. La idea es que los centros de investigación centralicen allí sus resultados y patentes y las empresas se interesen por ellos.

Asimismo, los investigadores también informan de los proyectos en los que se está trabajando, de manera que las compañías pueden ponerse en contacto con ellos incluso antes de que lo finalicen. Aunque los principios fueron duros, lo cierto es que esta entidad empieza a arrancar.

Hasta el momento cuenta ya con 106 patentes o tecnologías procedentes de todos los miembros que lo componen: las cinco universidades públicas de la Comunitat, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF), la Red de Institutos Tecnológicos (Redit), el Institut Valencià d’Investigacions Científiques (IVIA), las Fundaciones de investigación sanitaria Incliva, Fisabio y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe.

La actual Conselleria de Economía Sostenible cree que es el momento de desarrollar una estrategia del Banco de Patentes y Conocimiento que permita un impulso sostenido para alcanzar su objetivo primordial: reducir la brecha entre ciencia e innovación industrial.

Actualmente, ha comenzado su desarrollo estratégico y sectorial, que posibilite un impulso sostenido hasta alcanzar su máxima funcionalidad. Por ello, se pretende que durante este año todas las entidades que participan en el Banco de Patentes aporten al mismo al menos cinco tecnologías cada una de ellas lo que aumentaría el potencial de la web del Banco de Patentes a 160 patentes.

Hasta el momento se han dado 18 casos de éxito, es decir, de tecnologías desarrolladas por centros de investigación y que posteriormente han sido adquiridas por empresas y están siendo utilizadas.

La Universidad de Valencia, por ejemplo, ha desarrollado un micrófono óptico para la detección a distancia del sonido y las vibraciones que ha sido ya adquirido por una firma en exclusiva. La Universidad de Alicante, por su parte, ha ideado un procedimiento para la eliminación de tinta impresa en films de plástico, un sistema de desinfección de alimentos mediante luz ultravioleta, el uso novedoso de bioestimulantes para aumentar la producción de resveratrol y el «know-how» en diseño y desarrollo de videojuegos educativos.

Los investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han logrado muchas patentes, entre las que destaca un equipo para simular condiciones atmosféricas, controlando de forma independiente presión y temperatura, en la admisión y en el escape de los motores de combustión interna alternativos.

Los institutos tecnológicos de Redit han producido una gran variedad de tecnologías que las empresas han utilizado posteriormente. Aimplas, por ejemplo, ha desarrollado un método y dispositivo para calentar materiales de forma homogénea por medio de radiación electromagnética de alta frecuencia.

El Instituto de Investigación Sanitaria (Incliva) ha ideado una prótesis personalizada para los huesos de cara y mandíbula, así como un «kit» de diagnóstico genético.

Pero son muchas las empresas que no llegan al final del proceso, y simplemente se interesan por los proyectos que se están desarrollando. En total, durante el último año un total de 7.793 empresas procedentes de 101 países, han visitado la web del Banco de Patentes.

Es importante señalar, explican desde la Conselleria de Economía, que una vez implantada la patente en una empresa el proceso también es lento, puesto que el invento debe adaptarse a las características y necesidades de esa compañía en cuestión. Pero lo importante, señalan, es que el trabajo investigador de los centros de la Comunitat llegue a la economía real.