El Consell reabre el debate sobre la memoria histórica

La creación de una comisión interdepartamental de memoria histórica es la nueva apuesta de las Conselleries de Justicia, Cultura y Transparencia, según informó ayer el secretario autonómico de Transparencia, Manuel Alcaraz, tras reunirse con el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona. Alcaraz adelantó que esta comisión estará presidida, «muy probablemente», por la vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra.

Explicó que el pacto político para su creación «ya está tomado», pero ahora tiene que cumplir una serie de «requisitos formales que ya se están tramitando», según Alcaraz.

El nuevo órgano será el «instrumento» para coordinar las diferentes vertientes de la memoria histórica. Alcaraz se refirió expresamente a «las fosas que todavía están por abrir» o al «significado cultural de algunas personas».

Por su parte, Girona apuntó a otras comunidades que disponen de la mencionada comisión y que, a través de la misma, «han hecho un gran esfuerzo» por poner en valor la memoria democrática.

El secretario autonómico de Cultura citó como ejemplo al valenciano Toni Lloret, que estuvo presente en la elaboración de la Constitución de 1812. Según Girona, se debería dar a conocer su figura porque contribuyó a la construcción de un «legado democrático y es un antecedente de la democracia actual».

También subrayó que el salón de plenos del Ayuntamiento de Valencia fue sede de las cortes republicanas y, sin embargo, mucha gente, no lo sabe. Cree que todas estas infraestructuras deben ser recuperadas y puestas en valor para construir un «relato democrático previo a 1978».

Tanto Alcaraz como Girona anunciaron otra iniciativa que, bajo el nombre de «Palacios Transparentes», permitirá a los ciudadanos conocer los edificios administrativos de la Generalitat, de la Diputación y del Ayuntamiento de Valencia.

Esta idea, que se trató en la primera reunión del Consell, está pensada para visitas escolares. Por ello, elaborarán fichas y material audiovisual para los visitantes que mostrará «que la Administración no tiene un rostro seco, sino que tiene una cara estética e histórica» muy interesante. Los inmuebles afectados, señaló Alcaraz, no son solo palacios como el Palau de Pineda, sino también edificios modernos.