Autonomías
El PSPV estudia cuotas personalizadas para 700 afiliados que se dieron de baja por no poder pagarlas
Uno de los principales problemas del PSPV es el éxodo de la militancia. Los problemas económicos o las discrepancias políticas son algunos de los argumentos que esgrimieron más de 8.000 afiliados para darse de baja durante el mandato del anterior secretario general, Jorge Alarte. Cuando el actual líder, Ximo Puig, llegó hace ya un año a la planta cuarta de Blanqueries, 18.000 personas tenían el carné socialista. Para frenar la caída de la afiliación, Puig ha puesto en marcha una campaña de reducción de cuotas.
Según los últimos datos de la Vicesecretaría de Organización, que dirige Alfred Boix, en los últimos tres meses, desde la creación de la oficina de atención al militante, se han abierto expedientes para estudiar nuevas asignaciones para 700 miembros que abandonaron el partido por problemas económicos. Así, este departamento está analizando la situación personal de cada uno de ellos para ofrecerles unas condiciones que se ajusten más con su realidad, por lo que, en algunos casos hasta podrán quedar exentos de la tasa. Los descuentos variarán según la situación laboral o los ingresos de cada ex militante.
Fuentes socialistas aseguraron que el 90 por ciento de los que dejaron de serlo lo hicieron por no poder hacer frente a la cuota.
Precisamente, el secretario general, en su balance de su primer año como tal, aseguró no estar «satisfecho» con todos los resultados obtenidos, aunque subrayó que son el primer paso para constituirse como una alternativa real de gobierno en la Comunitat Valenciana.
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