Torrevieja

¿Está preparada la Comunitat para una gran catástrofe?

¿Está preparada la Comunitat para una gran catástrofe?
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Los planes de emergencias se testean en simulacros que se acercan lo máximo posible a la realidad. El testeo real de un plan de emergencia comporta que ha sucedido una desgracia. Por ello, conviene tenerlos diseñados, concienzudamente pensados, y constantemente actualizados... y no tener que utilizarlos nunca.

Las decenas de movimientos sísmicos, perceptibles o no, ocurridos en las últimas semanas en las localidades próximas al Delta del Ebro ha reabierto el debate sobre la necesaria previsión de las emergencias.

En lo que al riesgo sísmico se refiere, la Comunitat Valenciana cuenta con un plan de reciente aprobación, concretamente, se aprobó en 2011 y su simulacro de implantación se realizó el pasado mes de marzo en la localidad de Torrevieja. Dicho plan, según fuentes de la Conselleria de Gobernación, «aborda de manera técnica y ambiciosa los análisis del riesgo, así como la estructura, organización y operatividad en la actuación frente a este tipo de emergencias».

De hecho, este plan se activó a raíz de uno de los seísmos de mayor intensidad registrado en la zona citada. La escueta comunicación de la Conselleria fechada el 1 de octubre pasado indicaba que «la Generalitat activa el Plan Especial frente al Riesgo Sísmico de la Comunitat Valenciana en fase de seguimiento ante el seísmo registrado esta madrugada (5.32 horas) de magnitud 4,2. Concretamente se ha activado el seguimiento situación 0 en los municipios de Peñíscola, Vinaròs y Benicarló. La activación del Plan supone mantener la comunicación con el Consorcio Provincial de Bomberos, subdelegación del Gobierno, en este caso los Ayuntamientos de Peñíscola, Vinaròs y Benicarló, así como con los servicios municipales, CICU y Policía de la Generalitat, para hacer seguimiento de la situación».

El último de los planes especiales aprobados es el de Riesgo Radiológico que se activaría en el caso de que sucediera un accidente en instalaciones radioactivas en el que se superaran los umbrales de emisión radiológica que afectara a la salud de las personas. Se contempla en él la dispersión de materiales radiactivos por cualquier causa, desde ataque militar a atentado terrorista, y también el accidente nuclear en centrales de otros países que pudiera afectar a la Comunitat.

Este plan no incluye la central nuclear de Cofrentes, que desde el primer día de su funcionamiento cuenta con un minucioso y estricto plan de seguridad dependiente del Consejo de Seguridad Nuclear.

La Valenciana es la primera autonomía que cuenta con un plan de este tipo.

Uno de los planes que lamentablemente se activa con demasiada frecuencia es el de prevención y extinción de incendios forestales, en constante actualización.

Además, en los últimos tiempos se han diseñados planes específicos en todos los parques naturales valencianos y también en las once demarcaciones forestales en las que se ha dividido la Comunitat. El último de éstos afecta a la demarcación del Chelva que incluye Los Serranos y el Rincón de Ademuz, la zona forestal más extensa de la región.

Dadas las características climatológicas del litoral mediterráneo, conviene destacar también el Plan Especial frente a Inundaciones, revisado en 2010 para actualizar censos e incluir cartografía y planes específicos de riesgo de diecinueve presas.

Así mismo, existen Procedimientos de Actuación, Planes de Eventos Especiales y Protocolos Operativos. Entre los primeros, hay procedimientos de actuación en caso de nevadas, o frente a la contaminación marina. Los planes especiales de eventos se diseñan para acontecimientos como el Mundial de Motociclismo de Cheste, la celebración de la F-1 o recientemente, el Arenal Sound.

Los municipios de menos de 5.000 habitantes también han desarrollado planes territoriales frente a emergencias. Concretamente, 160 municipios han aceptado la ayuda de la Conselleria para diseñar estos protocolos.

En cualquier caso, lo mejor siempre es no tener que ponerlos en práctica.