Insensibilidad municipal

Da pena comprobar las fobias de algunos políticos a quienes no piensan como ellos o a lo que miran con aversión, si no odio, como demostraron los munícipes de Compromís con la falta de sensibilidad a la celebración de la festividad de la Virgen de los Desamparados del pasado domingo.

Puede ser respetable que ni Joan Ribó ni Giussepe Grezzi no participen en los actos organizados para celebrar el día de la patrona de Valencia o que asistieran a un acto de campaña electoral a la misma hora para librarse del evento. No es de recibo, sin embargo, que no atiendan las necesidades de un día tan especial, como es la puesta en marcha de un servicio especial de transporte en determinados itinerarios.

No es de recibo la escasez de autobuses en el centro de la ciudad en la tarde del domingo después de la procesión de la Virgen, a la que asistieron miles de valencianos. Daba pena comprobar cómo las personas mayores, las embarazadas y también jóvenes debían esperar hasta 18 minutos para abarrotar los autobuses. No sorprenden las protestas expresadas por parte de los usuarios.

No quieren darse cuenta de que todos ellos son los contribuyentes de quienes viven. Todo por tratarse de una efeméride católica. En cualquier otro festejo, el Ayuntamiento se ocupa y preocupa de organizar, como es lógico, un servicio extra para mayor comodidad de todos, porque todos tenemos derechos a un buen trato. Así es la vida.