María Antonia García Benau: «Quiero estar a la altura de lo que la universidad me va a exigir»

Candidata a rectora de la Universitat de València: “El techo de cristal se ha ido rompiendo poco a poco”

Nacida en Valencia en 1957, María Antonia García Benau ha tocado casi todos los palos de la educación universitaria: vicedecana, vicerrectora, vicepresidenta de la Comisión de Evaluación de la Calidad Universitaria y secretaria general del Consejo de Coordinación Universitaria del Ministerio de Educación. Estuvo a punto de romper el «techo de cristal» del rectorado hace ocho años. En 2014 se hizo a un lado. Ahora vuelve a presentarse con mayor impulso que antes. Recibe a LA RAZÓN en su facultad, la de Economía.

-¿Cuál es el primer recuerdo que le viene a la cabeza de su periodo como estudiante universitaria?

-Mi primer recuerdo son épocas de encierro, de movilización política, que llevaron a que este país pasara de una dictadura a una democracia. Huelgas, manifestaciones, protestas.

-Se presentó en 2010 y decidió no volver a hacerlo en 2014. Ahora retoma su candidatura. ¿Por qué?

-Decidí presentarme en 2010 porque en ese momento adquirí un compromiso con mi institución y planteé un modelo concreto de universidad. Quedé la segunda. Podría haberme presentado en 2014, pero en aquel momento la situación económica requería que la universidad estuviera unida, y yo así lo entendí. Adopté un papel que no fuera activo, en el sentido de no estar en primera línea. Pero mi compromiso con la institución y con los cambios en ella seguían estando vigentes. Ahora ha acabado ese periodo de dificultades y el periodo del rector Morcillo, y hace falta darle un nuevo impulso a la universidad, y para eso estoy aquí.

-¿Qué tiene su proyecto que no tenga el de los otros aspirantes?

-Va a conseguir una universidad claramente diferente a la que plantean los otros proyectos. El mío está basado en la definición de políticas universitarias. Tenemos objetivos claros de lo que se pretende para la Universitat de València. Planteamos acciones concretas para alcanzar esa política universitaria. Durante los últimos años, la universidad ha vivido tremendamente focalizada en la gestión. Eso ha creado unas lastras que ahora hay que restaurar. Mi proyecto apuesta por la política universitaria, y para ello me he rodeado de un equipo muy académico.

-En el debate del pasado martes, usted afirmó que la universidad debe rendir cuentas y dar a la sociedad lo que ella nos ha dado.

-Soy consciente de que estamos en una universidad pública y que, por tanto, la mayor parte de la financiación viene de los gobiernos. Nosotros tenemos que devolver a los gobiernos, y, por tanto, a la sociedad, la explicación de las actividades que hemos hecho con tales recursos. Nos apoyamos muchísimo en la transparencia y la conexión con la sociedad como uno de los lemas claros de nuestro programa. Soy una gran defensora de la autonomía universitaria. Las universidades tienen que definir y llevar a cabo su modelo, pero también hay que explicar a la sociedad lo que se ha hecho con los recursos que te ha facilitado.

-¿Qué ha de cambiar en la Universitat de València para no repetir la situación que se ha dado con los asociados?

-Cambiar el equipo de gobierno. Esta situación es consecuencia de la falta de política que ha llevado el equipo actual. El tema de los asociados es un problema que está vigente desde hace ocho o diez años. Los responsables de la universidad tenían que haber sido capaces de resolver esta situación.

-519 años de rectores. ¿Qué supondría ser la primera rectora en la institución?

-(Largo silencio) Esto es un tema muy emocional. 519 años de rectores hombres, pero 519 años de historia. De historia que también explica por qué no han llegado las mujeres a ocupar de manera generalizada puestos en la universidad. En los años 70 se produjo la llegada masiva de mujeres a la universidad. Muchas tuvimos la oportunidad de estudiar en la universidad. Es el momento de asumir grandes responsabilidades en la gestión universitaria. Quiero resaltar que el techo de cristal se ha ido rompiendo poco a poco. Los avances de muchas compañeras han sido muy relevantes para ir ocupando puestos. Siento orgullo por lo que supone el poder estar al frente de la Universitat de València, que es una universidad con tantísimo prestigio y con tantísima historia. Quiero estar a la altura de lo que esta universidad me va a exigir.

-En los últimos 24 años, nunca ha votado en unas elecciones a rector más del 10 por ciento del alumnado. ¿Qué le indica este dato?

-Lo sé. Se han llevado mal las políticas de comunicación con el alumnado. Eso provoca que no participen en las elecciones. Los estudiantes tienen que sentir la universidad y tienen que vivirla. La universidad no es un lugar de paso: ofrece formación, pero también espacios de convivencia y cultura. Eso no se ha fomentado. Los alumnos no tienen Casa del Estudiante, y eso genera poco apego. Esto se refleja en las elecciones. La participación es pequeña. De hecho, muchos estudiantes no saben a estas alturas que hay elecciones.

Programa

Las políticas universitarias y la cercanía al alumnado son dos de los fuertes que García Benau repite constantemente. La gestión universitaria. Quiere autonomía universitaria y transformar digitalmente la institución. La internacionalización y la estabilidad financiera también entran en sus propuestas.