Iñaki Zaragüeta

Pablo, gracias

La Razón
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a victoria de Pablo Casado tiene mi agradecimiento por aquello de «primum vívere, deinde philosophare». Me ha hecho ganar seis comidas, seis. Las que aposté y en las que brindaré por tu éxito. Ninguna perdida porque sólo aposté por ti, no como algunos que conozco, compromisarios, que públicamente hacían campaña para uno y, a la vez, se excusaban con el otro. ¡Ojo! quien traiciona una, traicionará cuantas haga falta. Lamentablemente, la lealtad no es la cualidad que más se prodiga en política.

Dicho esto, la otra cara de la moneda se perfila en la ardua tarea que te queda por delante. Lo presagiaba tu semblante tras el triunfo. Junto a la alegría unos cuantos años más. Hasta hoy ha sido como un camino de rosas en comparación con los tiempos que te esperan.

Contigo ha ganado la renovación de tu partido. Los jóvenes identificaban a Santamaría y Cospedal con Rajoy. En ti veían la única forma de regresar al voto popular, pues su vista la tenían fijada ya en Ciudadanos. Una posición, no nos engañemos, a la que se adherían diariamente a chorros.

No les faltaba razón. El desgaste, el error o lo que fuera no solo llevaban al PP a la deriva –millones de votos perdidos en los últimos años–, sino que dejaron al frente de la gobernabilidad de España al PSOE con 84 diputados junto a un barullo de siglas nada convenientes para el desarrollo y la democracia –Podemos, nacionalistas radicales, independetistas, comunistas...– que no han tardado en mostrar las peores intenciones. Ahora te toca cumplir lo prometido.

Para finalizar, un recuerdo a Zapatero y su apoyo a Soraya. Como escribí hace unos días: ¡Cuánto bien te hizo! Enhorabuena y suerte. Así es la vida.