León
Puig intenta rentabilizar la foto con la mujer a la que Zapatero bajó la pensión
Afirma que la moción de Ponferrada es un error que debe tener consecuencias
El secretario general del PSPV, Ximo Puig, se sumó ayer al grupo de críticos con la dirección del PSOE. Aunque eximió de toda responsabilidad a su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó estar «indignado» y pidió explicaciones a Ferraz sobre la gestión de la moción de censura en Ponferrada, con la que el ya ex socialista, Samuel Folgueral, con el apoyo de un edil condenado por acoso sexual, consiguió la Alcaldía del municipio de León.
Según Puig, este proceso ha sido un «inmenso error» del PSOE que ha de tener sus consecuencias. Sin embargo, estos efectos no pasan, en su opinión, por el adelanto de las primarias para elegir a un nuevo líder o revalidar al actual, que están previstas para después de las elecciones europeas de 2014.
«Si el secretario general del PSOE tiene que estar preocupado por una moción de censura de una población de estas características es que no está haciendo el trabajo que le toca. Aquí hay unos responsables que se dedican a la gestión de estas cuestiones y los errores de esta dimensión tendrán que tener consecuencias».
En esta línea, consideró que la salida del partido del alcalde de Ponferrada no tiene que ser reversible, ya que, tal y como explicó, la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres es una seña de identidad del PSOE.
Pagar a proveedores a 30 días
Por otra parte, Puig anunció ayer que el grupo socialista presentará iniciativas parlamentarias para que el Consell cumpla «desde ya» la directiva europea que obligará a pagar a proveedores en un plazo máximo de 30 días. Afirmó además que la credibilidad del Ejecutivo autonómico está en juego.
En este sentido, criticó que sí haya liquidez para pagar al día la Fórmula Uno o el aval de la Fundación del Valencia Club de Fútbol. «Si no hay recursos, que los reclamen en Madrid».
Por otra parte, el secretario general reiteró su voluntad de diálogo para llegar a grandes acuerdos, aunque aseguró que el PSPV no está dispuesto a «lanzar fuegos artificiales».
Su homólogo popular, Serafín Castellano, acusó a Puig de haber ignorado la oferta de pacto del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y criticó que siembre «alarmismo» allá donde vaya.
Huelga hasta que haya resolución
El líder del PSPV, Ximo Puig, volvió a visitar ayer a Dolors Casquilla, la mujer que se encadenó el pasado miércoles a la verja del Palau de la Generalitat para denunciar la rebaja de su pensión de invalidez. Sin embargo, este recorte, de unos 300 euros mensuales, lo aprobó el Gobierno central durante la época de Zapatero, en febrero de 2011. Precisamente, el equipo de valoración de incapacidades la sometió ayer a la revisión, tan solo siete días después de que la demandara. Aún así, Casquilla inició una huelga de hambre que finalizará solo cuando haya resolución.
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