Política

Puig sigue el desembarco de los barcos desde su despacho, Oltra va al puerto

El 112 instaló una pantalla en el Palau para que el presidente viviera esos momentos, la vicepresidenta estuvo en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi)

El 112 instaló una pantalla en el Palau para que el presidente viviera esos momentos, la vicepresidenta estuvo en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi)

Ya lo dejó claro la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, cuando visitó Valencia el pasado jueves para supervisar las tareas de preparación del desembarco de los 630 inmigrantes del Aquarius: nada de políticos ni medios de comunicación durante el desembarco. El presidente de la Generalitat quiso seguir las instrucciones de Calvo al pie de la letra. Por ello, hizo instalar en su despacho del Palau de la Generalitat una pantalla por la que siguió minuto a minuto la llegada de los refugiados.

No estuvo solo, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, le acompañó para vivir bien de cerca también la tareas de todos los equipos sanitarios que trabajaron sin descanso a lo largo de toda la jornada atendiendo y revisando a los recién llegados.

Durante la mañana recibieron además la afectuosa visita del Padre Ángel, quien estuvo también en el muelle donde se produjo el desembarco. Aseguró que el de ayer era un día «histórico» para todas las ONG y pidió que se atienda a todos los refugiados que siguen llegando a las costas españolas.

Por su parte, la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, hizo lo que ya anunció el pasado viernes: acudir al Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) instalado en el Puerto de Valencia con motivo de la operación «Esperanza del Mediterráneo». A las 5:30 de la mañana acudió a la zona del desembarco, antes de que llegaran los refugiados, puesto que había quedado claro que nada de políticos en el momento.

La última epopeya del Aquarius, barco humanitario de rescate de la ONG francesa SOS Méditerranée, con el apoyo sanitario de Médicos sin Fronteras (MSF), tomó tierra ayer ocho días después de rescatarles en aguas libias y siete tras la decisión de Italia y Malta de no dejarles desembarcar en sus costas.

Se materializó así el enorme despliegue asistencial de 2.320 personas para ayudarles inmediatamente a nivel sanitario, jurídico y lingüístico y atender a cada uno de los 630 inmigrantes de una veintena de nacionalidades que viajaban en el buque con el fin de decidir enseguida cuál será su destino, incierto para muchos de ellos. Una enorme maniobra sanitaria y logística, acompañada de un despliegue mediático impresionante, con 700 periodistas acreditados.