Energía solar
Salud e innovación con impronta femenina
Las pulseras solares y los mandos de televisión biodegradables de Bluemarionge reciben el premio a la mejor empresa de mujeres
Las pulseras solares y los mandos de televisión biodegradables de Bluemarionge reciben el premio a la mejor empresa de mujeres
Innovación, salud y tecnología. Son los tres elementos que conforman la empresa valenciana Bluemarionge Business, una firma dirigida y creada por mujeres. Son estos los componentes que han llevado a esta pyme a ser reconocida con el premio a la mejor empresa de mujeres emprendedoras que otorga el Ayuntamiento de Valencia. Más allá de los 3.000 euros que recibieron de premio, este reconocimiento ha inyectado una dosis extra de optimismo a esta empresa nacida hace poco más de año y medio.
Los productos que desarrolla y comercializa son prácticos y suponen una mejora en la salud. Su estreno fue Smartsun. Una pulsera pensada para evitar quemaduras solares. La cinta se pone en la muñeca antes de la exposición solar. Irá cambiando de color a medida que recibe radiaciones solares. Indica cuándo hay que reponer la crema solar e incluso cuando es necesario huir de sol porque se van a producir quemaduras. La pulsera comenzó a venderse poco antes del verano pasado, pero no es un producto que se pueda utilizar solo en esta época. Está pensada también para los deportistas, expuestos durante todo el año al sol. También para los niños y personas sometidas a tratamiento de quimioterapia, que deben tener mayor cuidado con el sol. El objetivo es prevenir las enfermedades causadas por el astro rey. El modo de empleo es muy sencillo, solo hay que ponerla en la muñeca y aplicarle la misma crema sol que el resto del cuerpo.
El segundo producto con sello Bluemarionge es el de la creación de mandos de televisión biodegradables. Está pensado para hospitales y hoteles. Estos aparatos acumulan muchas bacterias y además, «desaparecen» con demasiada frecuencia. La adquisición de estos aparatos está pensada para reducir el gasto en reposición y pilas, además de aumentar las condiciones higiénicas, asegura la directora de Bluemarionge, María Pocoví.
Por ejemplo, un hotel de 620 habitaciones puede gastar al año más de 19.000 euros. Cada mes los clientes se llevan unos 60 mandos, lo que les cuesta 28.000 euros. Con los mandos biodegradables, que tienen un coste de cuatro euros, podrían ahorrar de un 35 a un 40 por ciento. La patente se ha desarrollado en la Comunitat y ya se comercializa mediante ventas personalizadas.
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