Sistema de devolución de envases para cumplir con la Ley de Residuos

Cada día en la Comunitat Valenciana se compran más de siete millones de productos que están envasados y que puedan ser consumidos al aire libre: latas, botellas de plástico y vidrio. De esta cantidad, cinco millones acaban mezclados con el resto de residuos en un vertedero, en los bordes las carreteras, en la arena de las playas y en las montañas, con el gran impacto medioambiental que ello provoca.

Además, estos millones de recipientes constituyen un problema para cumplir con la Ley Nacional de 2011 en la que se establece que antes de 2020, la Comunitat tiene que reciclar el 50 por ciento de la totalidad de residuos que produce. El secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, considera que es «absolutamente necesario» concienciar a todos los sectores implicados para hacer una ley en la que los valencianos «estemos a la cabeza» de una iniciativa que en pocos años «será impuesta» por la Comunidad Europea.

Desde la Conselleria se han hecho los cálculos económicos que supone poner en marcha el sistema. Álvarez cree que «no solo será beneficioso medioambientalmente», sino que tendrá resultados económicos «muy positivos». Según sus estimaciones, los ayuntamientos podrían ganar alrededor de 40 millones de euros al año, no solo con el ahorro que supondría en brigadas de limpieza, sino en los pagos que Ecoembes realizaría por no tener que hacer la selección de los diferentes tipos de envases, lo que conllevaría, según el responsable autonómico, una «reducción de tasas para los ciudadanos».

En cuanto al comercio, la Generalitat considera que es interesante para aumentar la fidelidad del consumidor y dé la oportunidad de una nueva venta, así como el ingreso de dos céntimos de euro por envase gestionado, en concepto de prestación de servicios y ocupación del espacio.

Para el consumidor no supone aumento de precio, en el caso de que devuelva el envase, y solo supondrá un coste para aquellos que lo tiren o decidan utilizar los de un solo uso. De esta forma se haría realidad la frase «quien contamina, paga». Las empresas dedicadas al reciclaje también obtendrían beneficios, según Álvarez, dado que «el incremento previsto es de unas 60.000 toneladas anuales adicionales de materiales recuperados de alta calidad que en la actualidad acaban tirados, incinerados y dispersos en el medio». Se calcula que en el mercado tienen un valor de 12 millones de euros al estar ya limpios de otros residuos. También se ha estimado la creación de 1.400 puestos de trabajo.

El sistema está implantando en 40 países de todo el mundo con una eficacia media superior al 80 por ciento. En la Comunitat, el Consell tiene previsto aprobar la ley antes de que finalice el año.