Comunitat Valenciana
Un pacto (a medio cumplir) contra la iniciativa privada en la sanidad pública
El Botànic coincide en acabar con el Modelo Alzira, pero Podem afea a Puig y Oltra no ser más contundente
El Botànic coincide en acabar con el Modelo Alzira, pero Podem afea a Puig y Oltra no ser más contundente
El fin del Modelo Alzira y la reducción de las listas de espera son los dos principales puntos en materia sanitaria en los que coinciden los programas electorales con los que los partidos que conforman el Botànic (PSPV-PSOE, Compromís y Podem) se presentaron a las pasadas elecciones autonómicas y que, de renovarse el pacto de gobierno, deberán llevar a cabo.
No obstante, las formaciones discrepan en la manera en que deben abordarse estos asuntos. De hecho, en el programa de Unides Podem se critica que el Consell (de los que ellos no forman parte, pero sí son socios) «no hizo todos los deberes al no cumplir con su promesa de recuperar el departamento de Salud de La Marina (Dénia) como había prometido» y que tampoco fue «diligente en recuperar la resonancia magnética cuando acabó el contrato en octubre de 2018», dos puntos que ellos se comprometen a sacar a adelante.
Con todo, los socialistas vuelven a llevar de nuevo en su programa para los próximos cuatro años la promesa de culminar la reversión del hospital dianense y devolver su gestión al sistema sanitario público. Algo que también apuntan los de Compromís al afirmar que continuarán con «la reversión de los servicios y la recuperación de las concesiones administrativas de departamento tos sanitarios privatizadas, para garantizar un servicio público y de calidad».
Pero es la formación morada se muestra la más crítica respecto a la presencia de la iniciativa privada en el sistema público. Es más, se muestran muy duros respecto al «capitalismo de amiguetes» que, según ellos, llevó a cabo el PP cuando estaba en el gobierno y que «secuestró la alta tecnología sanitarias para dársela a empresas amigas y aumentar la rentabilidad de las mismas».
Su oposición contra la gestión privada no acaba ahí. También aboga por «disminuir la necesidad de derivación a centros concertados y a l IVO en los tratamientos oncológicos o recuperar los servicios privatizados (de cocina, o mantenimiento en los hospitales) «cuando no cumplan la calidad acordada».
Pese a que el fondo los tres partidos coinciden en las reivindicaciones básicas, en la forma, no tanto, pues, mientras el partido de izquierda radical se extiende en sus promesa a lo largo de cuarenta páginas, los socialistas rematan el asunto en apenas ocho puntos entre los que, además de la recuperación de Dénia (la de Alzira ha cumplido ya un año), Ximo Puig se compromete a mejorar la atención primaria, crear un servicio de atención permanente, una ley de cronicidad y una deducción para las familias con hijos con enfermedades raras.
El otro gran bloque de coincidencias es la reducción de las listas de espera, un problema que han tratado de solucionar las dos conselleras de Sanidad sin éxito aparente pese a que es la principal queja de los usuarios.
Así, el PSPV-PSOE quiere ahora implantar una oficina de control de la demora y aprobar, tras cuatro años en el Gobierno de la Generalitat, una estrategia integral para reducir los tiempos. Lo harán, dicen, mejorando las infraestructuras, aumentando el personal y potenciando el plan de choque y autoconcierto. A ello, el programa de Unides Podem añade «evitar el cierre de quirófanos o las consultas en verano», mientras que la formación de Mónica Oltra no entra en materia y se limita a apuntar la necesidad de más personal sanitario y la mejora de los servicios.
LAS CLAVES
Mejorar la atención en salud mental y ampliar la asistencia y servicios a los colectivos más vulnerables son otros de los puntos en los que coinciden los tres partidos.
Solo Compromís y Unides Podem mencionan la promulgación de una Ley de Muerte Digna y la regulación de la eutanasia; así como la necesidad de restringir la publicidad del juego a través de una ley.
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